El inicio de una nueva irrupción de la
clase obrera y las masas
que debe completar las tareas
inconclusas de la revolución para conquistar el pan y la libertad, expulsando
al imperialismo y junto a las masas palestinas destruir al Estado sionista
fascista de Israel
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Los explotados de Egipto incendian un local de los Hermanos Musulmanes |
El gobierno
de Mursi y la Hermandad Musulmana, junto a la casta de oficiales del Consejo
Supremo de la Fuerzas armadas (CSFA), todos continuadores de Mubarak,
intentaron robarse la revolución. A base de trampas parlamentarias, cercos y
engaños, apoyados en los golpes de la contrarrevolución imperialista como las
masacres en Yemen, Gaza o el genocidio en Siria a manos de Al Assad, la
burguesía egipcia avanza en su plan. Sin embargo, las masas que derrocaron a
Mubarak por el pan y la libertad, no conquistaron nada de ello, y nuevamente
pujan por abrirse paso con su revolución. Es que la crisis mundial sigue
castigando a las masas por sobre las fronteras. El alimento, según la propia
FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación),
aumentará de precio sideralmente en el próximo año al mismo ritmo que el
endeudamiento de Egipto con el FMI.
Mursi, acorralado por la crisis económica y el creciente déficit en las cuentas fiscales, el 21 de noviembre decretó la eliminación de los subsidios a los servicios públicos. Para sostener su ataque se dotó de “plenos poderes” cual “Faraón” como denuncian las masas. Al mismo tiempo, los jueces mubarakistas le otorgaron amnistía a los “hombres de los Camellos”, es decir los lúmpenes fascistas que en 2011 atacaron la Plaza Tahrir para intentar aplastar la revolución. ¡Los Hermanos Musulmanes demostraron ser tan pro imperialistas como el mismísimo Mubarak! Por ello el odio de las masas no se dejó esperar.
Mursi, acorralado por la crisis económica y el creciente déficit en las cuentas fiscales, el 21 de noviembre decretó la eliminación de los subsidios a los servicios públicos. Para sostener su ataque se dotó de “plenos poderes” cual “Faraón” como denuncian las masas. Al mismo tiempo, los jueces mubarakistas le otorgaron amnistía a los “hombres de los Camellos”, es decir los lúmpenes fascistas que en 2011 atacaron la Plaza Tahrir para intentar aplastar la revolución. ¡Los Hermanos Musulmanes demostraron ser tan pro imperialistas como el mismísimo Mubarak! Por ello el odio de las masas no se dejó esperar.
Desde el
mismo día del decreto de “plenos poderes” estalló la movilización. Las masas
proclamaron en sus cantos y carteles “El pueblo quiere la caída del régimen”
y “La Hermandad debe ser arrastrada por las calles como perros, no hay
salvación sin sangre después de lo que han hecho, Mursi debe caer”. La
Plaza Tahrir de El Cairo nuevamente fue el epicentro. La clase obrera, que
venía hace meses en un proceso huelguístico en sus principales concentraciones
(hubieron alrededor de 1000 huelgas durante los primeros 2 meses del nuevo
gobierno), tomó la vanguardia, y atacó e incendió los locales de la Hermandad
Musulmana. Cuando el “Faraón” Mursi desató la represión y cayeron los primeros
mártires a manos de la policía y bandas fascistas, la clase obrera destacó un
batallón de avanzada y realizó acciones en las calles de Suez y Alejandría (las
ciudades con la mayor concentración obrera).
Una columna de 5000 obreros textiles de la gigante estatal Misr y otras fábricas de Mahalla el Kubri, encabezadas por las mujeres obreras y sus piquetes, envalentonaron a las masas de El Cairo a tomar la Plaza Tahrir, cercar el Palacio Presidencial y enfrentar la represión.
Una columna de 5000 obreros textiles de la gigante estatal Misr y otras fábricas de Mahalla el Kubri, encabezadas por las mujeres obreras y sus piquetes, envalentonaron a las masas de El Cairo a tomar la Plaza Tahrir, cercar el Palacio Presidencial y enfrentar la represión.
El martes 4
de diciembre Mursi huyó como rata del Palacio Presidencial gracias a que el
Ejército le cubrió su huida rodeando el lugar con tanques y
alambres de púa. En varias ciudades del interior la irrupción de masas ganó las
calles y se dieron múltiples enfrentamientos con la policía y las bandas
fascistas del gobierno, dirigidas por la casta de oficiales del CSFA., dejando
un saldo de más de 30 mártires.
Mursi no podía mostrar la cara. Tuvo que salir el ejército nuevamente a posar como “amigo del pueblo” para salvaguardar los intereses de la clase poseedora (de la cual, el ejército tiene una de las mayores partes), llamando a “la calma”, a “la paz”, a “respetar las leyes y solucionar la crisis dentro de los marcos institucionales” que crearon para sostener al estado burgués egipcio a la caída de Mubarak. El objetivo era que las masas no se hicieran del poder y llevarlas a la trampa del referéndum para rechazar o aprobar la Constitución. Llamó así a la formación de una mesa de diálogo entre el gobierno y la “oposición”, intentando que las masas sean canalizadas a través de un frente opositor formado por ex-candidatos presidenciales de pasado mubarakista como Abd el-Menem Abd el-Fatah o Amr Musa, y el-Baradei quien se apareció durante la revolución para intentar frenarla. Este frente opositor recibió el nombre de Frente de Salvación Nacional (FSN).
Mursi no podía mostrar la cara. Tuvo que salir el ejército nuevamente a posar como “amigo del pueblo” para salvaguardar los intereses de la clase poseedora (de la cual, el ejército tiene una de las mayores partes), llamando a “la calma”, a “la paz”, a “respetar las leyes y solucionar la crisis dentro de los marcos institucionales” que crearon para sostener al estado burgués egipcio a la caída de Mubarak. El objetivo era que las masas no se hicieran del poder y llevarlas a la trampa del referéndum para rechazar o aprobar la Constitución. Llamó así a la formación de una mesa de diálogo entre el gobierno y la “oposición”, intentando que las masas sean canalizadas a través de un frente opositor formado por ex-candidatos presidenciales de pasado mubarakista como Abd el-Menem Abd el-Fatah o Amr Musa, y el-Baradei quien se apareció durante la revolución para intentar frenarla. Este frente opositor recibió el nombre de Frente de Salvación Nacional (FSN).
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¡Fuera Mursi! el nuevo "Faraón" |
Así fue que
el FSN, tan sirviente del imperialismo como Mursi, intenta copar “por arriba”
la movilización de las masas y someterla a la mesa de diálogo y a la votación
por el “No” en el Referéndum. El imperialismo y la burguesía son conscientes
que el proletariado rápidamente ocupó su lugar de vanguardia para acaudillar en
las calles al resto de los oprimidos y ello puede significar el principio del
fin de su poder y dominio.
La tarea del
momento para conquistar el pan y la libertad y dejar a la desbandada a todos
los estados mayores de los imperialistas, el sionismo y sus socios lacayos de
la burguesía nativa, es derrocar al gobierno de Mursi con una acción
insurreccional de masas, destruir la oficialidad del ejército mubarakista con
la milicia obrera y popular y los comités de soldados rasos y poner en pie los
organismos de poder de la clase obrera y los explotados en lucha. El fantasma de la revolución sigue
recorriendo el mundo.
La revolución obrera y socialista que
comenzara en el 2011 sigue viva y responde a cada golpe de Obama, el sionismo y
sus socios lacayos de las burguesías nativas.
¡Que vuelva la revolución en Túnez, Yemen, Libia, Egipto junto a las masas palestinas para expulsar al imperialismo, destruir al estado de Israel y aplastar al genocida Al Assad!
¡Que vuelva la revolución en Túnez, Yemen, Libia, Egipto junto a las masas palestinas para expulsar al imperialismo, destruir al estado de Israel y aplastar al genocida Al Assad!
La
revolución obrera y socialista que comenzara en 2010 en Túnez y recorre todo el
Norte de África y Medio Oriente, ha puesto en crisis a los estados y regímenes
burgueses de la región. Las caídas de Ben Alí, Mubarak, y Khadafy, la sucesivas
crisis de los gobiernos de transición en Túnez, la lucha heroica que persiste
aún al genocidio perpetrado por Al Assad a cuenta del imperialismo en Siria, y
la ruptura del ejército en Libia donde las masas aún no han entregado las
armas, han dejado en crisis los dispositivos contrarrevolucionarios del
imperialismo en la región, a sus estados, regímenes y gobiernos.
Estos estados, que eran verdaderos dispositivos contrarrevolucionarios impuestos por el imperialismo, el sionismo y las burguesías nativas para garantizar las rutas del petróleo y el saqueo de las naciones, siguen en crisis, puesto que no logran sacar a las masas de escena, ni aplastarlas definitivamente. Los “de arriba”, los estados mayores del Pentágono, el estado sionista fascista de Israel, y las desesperadas burguesías nativas no logran estabilizar la situación.
Ante cada intento de la burguesía de avanzar sobre la clase obrera para ponerle un freno decisivo a la revolución, esta se pone de pie acaudillando al conjunto de los explotados, respondiendo a los golpes con grandiosas jornadas revolucionarias. El sólo hecho de difamar y estigmatizar la cultura de los explotados, como fue la difusión de un video organizado por un sacerdote fascista yanqui insultando a las masas en septiembre pasado, inflamó de odio antiimperialista a todo el mundo árabe e islámico, que de Marruecos hasta Bangladesh, salió a las calles a marchar sobre las embajadas yanquis, sionistas e imperialistas, haciéndolas arder. Los bombardeos del sionismo sobre Gaza comandados por Obama, fueron respondidos por una sublevación fenomenal de las masas palestinas y toda la zona, como en Egipto donde la clase obrera ganó las calles con el grito de “Armemónos, y vayamos a Gaza”. La ebullición de las masas palestinas, que también en Jordania ganaron las calles contra la dinastía Hashemita que había largado un brutal tarifazo, lograron detener el avance por tierra de los tanques sionistas que se aprestaban a invadir la Franja de Gaza como lo hicieran en la Operación Plomo Fundido de 2008-09 comandada por Bush y Obama. Así, la Operación “Pilar Defensivo”, que venía a ser un “Plomo Fundido II” que escarmentara a las masas de todo el Norte de África y Medio Oriente y junto al genocidio en Siria ponerle un freno decisivo a la revolución, quedó a mitad de camino.
Estos estados, que eran verdaderos dispositivos contrarrevolucionarios impuestos por el imperialismo, el sionismo y las burguesías nativas para garantizar las rutas del petróleo y el saqueo de las naciones, siguen en crisis, puesto que no logran sacar a las masas de escena, ni aplastarlas definitivamente. Los “de arriba”, los estados mayores del Pentágono, el estado sionista fascista de Israel, y las desesperadas burguesías nativas no logran estabilizar la situación.
Ante cada intento de la burguesía de avanzar sobre la clase obrera para ponerle un freno decisivo a la revolución, esta se pone de pie acaudillando al conjunto de los explotados, respondiendo a los golpes con grandiosas jornadas revolucionarias. El sólo hecho de difamar y estigmatizar la cultura de los explotados, como fue la difusión de un video organizado por un sacerdote fascista yanqui insultando a las masas en septiembre pasado, inflamó de odio antiimperialista a todo el mundo árabe e islámico, que de Marruecos hasta Bangladesh, salió a las calles a marchar sobre las embajadas yanquis, sionistas e imperialistas, haciéndolas arder. Los bombardeos del sionismo sobre Gaza comandados por Obama, fueron respondidos por una sublevación fenomenal de las masas palestinas y toda la zona, como en Egipto donde la clase obrera ganó las calles con el grito de “Armemónos, y vayamos a Gaza”. La ebullición de las masas palestinas, que también en Jordania ganaron las calles contra la dinastía Hashemita que había largado un brutal tarifazo, lograron detener el avance por tierra de los tanques sionistas que se aprestaban a invadir la Franja de Gaza como lo hicieran en la Operación Plomo Fundido de 2008-09 comandada por Bush y Obama. Así, la Operación “Pilar Defensivo”, que venía a ser un “Plomo Fundido II” que escarmentara a las masas de todo el Norte de África y Medio Oriente y junto al genocidio en Siria ponerle un freno decisivo a la revolución, quedó a mitad de camino.
Lo que ha
quedado al desnudo con la irrupción de las masas palestinas, es la brutal
crisis del estado sionista de Israel, la más aguda desde su creación ficticia ¡Es el momento donde un golpe
decisivo de las masas de la región puede hacer volar por los aires al estado
sionista fascista de Israel y propinarle una gran derrota al imperialismo!
Justamente,
el trasfondo de la nueva movilización revolucionaria que sacude Egipto no es
sólo el crack y el blindaje de Mursi. Lo que envalentonó al proletariado y los
explotados, sin duda fueron las masas palestinas en Gaza que resistieron
heroicamente la ofensiva contrarrevolucionaria del sionismo.
El combate
de los explotados palestinos sacudió a toda la región y en particular a las
masas egipcias que pujaron a cada paso por derribar el Muro de Rafah que divide
Gaza de la Península de Sinaí (Egipto), sostenido por el canalla Mursi
que, como Mubarak antes, le cuida las fronteras al sionismo en representación
de Obama y la Clinton.
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Las masas egipcias se toman la embajada del Estado sionista fascista de Israel |
En Jordania
las masas enfrentan el tarifazo y la carestía de la vida proclamando “¡Abajo
la Monarquía!”, en Túnez los explotados derrocan a los gobiernos locales y
rompen con la farsa de la Asamblea Nacional sostenida por la dirección de la
UGTT (central sindical), en Libia donde ardió la embajada yanqui y su
embajador, y donde la revolución llegó más lejos destruyendo al ejército y
armándose, las masas no se rinden en su lucha por el pan a pesar de las trampas
del gobierno del CNG. Ahora nuevamente embisten las masas de Egipto ¡La
revolución del Norte de África y Medio Oriente debe ser acaudillada por las
masas palestinas para llevarla al triunfo destruyendo al estado sionista
fascista de Israel y expulsando al imperialismo y sus gobiernos lacayos!
Los obreros
libios festejan el combate de los explotados de Egipto. A ellos les dicen “la
Hermandad Musulmana no era buena, completen su revolución, derroquen al
gobierno, ataquen con lo que tengan y vayan consiguiendo en el camino hasta que
caiga el régimen”. Los explotados de Siria que sufren el genocidio ven en
las masas palestinas y en la nueva sublevación de Egipto, las fuerzas y la
posibilidad de derrotar al perro Bashar Al Assad y su ejército sirviente del
imperialismo. Por eso, hoy en la Plaza Tahrir y en las calles de la Palestina
ocupada se juega el destino de la clase obrera y los explotados de todo el
Norte de África, Medio Oriente y mundial.
Las masas egipcias nuevamente identifican
al enemigo,
gritan “¡Los Hermanos Musulmanes se robaron la revolución!” “Marchemos a pelear a Gaza”
¡Abajo el acuerdo contrarrevolucionario de Camp David sostenido por la burguesía egipcia y de toda la región para cuidar al enclave imperialista, el estado sionista fascista de Israel!
gritan “¡Los Hermanos Musulmanes se robaron la revolución!” “Marchemos a pelear a Gaza”
¡Abajo el acuerdo contrarrevolucionario de Camp David sostenido por la burguesía egipcia y de toda la región para cuidar al enclave imperialista, el estado sionista fascista de Israel!
La burguesía
egipcia, desesperada y acorralada, intenta montarse sobre las masas para
abortar esta nueva irrupción revolucionaria. Mientras Mursi estaba acorralado
por las masas y no podía hablar, el ejército intervino posando de "amigo
del pueblo", llamando al diálogo y a respetar las leyes, preservándose
“sin reprimir” abiertamente como tal. Entonces mandaron a las bandas fascistas a
atacar sin piedad de forma selectiva a los sectores más aguerridos de la clase
obrera y los explotados, en formas de movilizaciones en "apoyo a la Hermandad
Musulmana, a la nueva Constitución, a las leyes, al nuevo orden, a dejar trabajar
para reconstruir el país, etc." que se enfrentaron con las marchas de los
explotados. Mientras el ejército le salva la vida a Mursi y a las instituciones
burguesas egipcias mediante engaños y blindando el palacio presidencial con
tanques y alambrados, buscan aplacar la movilización de masas y garantizar “el
orden”. El objetivo es hacer votar a las masas a punta de pistola en el
referéndum constitucional, totalmente bonapartista y antidemocrático, del 15 y
el 22 de diciembre, donde hay un 100% de probabilidad que los resultados sean
falsificados, tal como sucedió con la primera vuelta de las elecciones
presidenciales de este año, o inclusive más alevoso.
El Baradei y el Frente Salvación Nacional quieren posar como luchadores por “una verdadera democracia”, y “denuncian” la nueva Constitución que fue redactada, bajo el control del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) mubarakista, por los partidos burgueses de los Hermanos Musulmanes y los Salafistas (ultrarreligiosos conservadores). Pero los miembros del FSN son todos peones del imperialismo y las transnacionales, todos son sostenedores del Muro de Rafah y el sionismo, todos acuerdan en seguir proveyendo de gas a Israel a precio subsidiado, todos le cuidan las “fronteras de paz” al sionismo, y han pactado con Mursi y el CSFA la realización de las elecciones por el referéndum ¡Fuera Mursi! ¡Disolución de la fraudulenta Asamblea Constituyente del CSFA, la Hermandad Musulmana y la “oposición”! ¡Abajo el referéndum y la nueva constitución pro imperialista! ¡Fuera las manos de los políticos burgueses de la movilización de las masas!
El Baradei y el Frente Salvación Nacional quieren posar como luchadores por “una verdadera democracia”, y “denuncian” la nueva Constitución que fue redactada, bajo el control del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) mubarakista, por los partidos burgueses de los Hermanos Musulmanes y los Salafistas (ultrarreligiosos conservadores). Pero los miembros del FSN son todos peones del imperialismo y las transnacionales, todos son sostenedores del Muro de Rafah y el sionismo, todos acuerdan en seguir proveyendo de gas a Israel a precio subsidiado, todos le cuidan las “fronteras de paz” al sionismo, y han pactado con Mursi y el CSFA la realización de las elecciones por el referéndum ¡Fuera Mursi! ¡Disolución de la fraudulenta Asamblea Constituyente del CSFA, la Hermandad Musulmana y la “oposición”! ¡Abajo el referéndum y la nueva constitución pro imperialista! ¡Fuera las manos de los políticos burgueses de la movilización de las masas!
El
imperialismo yanqui y mundial, el sionismo genocida y las burguesías nativas,
minuto a minuto conspiran para aplastar a la clase obrera, que los ha desafiado
con esta heroica revolución en todo el Norte de África y Medio Oriente. El
gobierno de Mursi, y toda la prensa imperialista mundial, se esfuerzan por
presentar los actuales acontecimientos como una lucha entre “islámicos” y
“laicos”, cuando es nítido y claro que es la clase obrera la que ha irrumpido
nuevamente en la Plaza Tahrir. Los aprestos militares de la OTAN en Turquía
demuestran que el imperialismo considera que Al-Assad ya hizo el “trabajo
sucio” con el genocidio sirio y ahora buscan imponer una salida ordenada para
no perder luego el control de las masas como lo hicieran en Libia. El Ejército
Libre Sirio se ha dedicado a contener la lucha armada de las masas, acaparar el
armamento para que éstas no lo usen, y ahora, recién después de un año,
muestran que poseen armamento anti-aéreo. Mientras los imperialistas ya
reconocen un “nuevo gobierno” de la burguesía siria "opositora" en el
exilio junto a los generales assadistas sin Al-Assad.
Este “trabajo sucio” de aplastar a las masas es el que viene a jugar Mursi y la Hermandad Musulmana y los nuevos gobiernos de la región. Las masas ya derrocaron las viejas autocracias; las burguesías nativas musulmanas pro imperialistas, lograron imponer trampas de cercos, desvíos parlamentarios y sometimiento a la burguesía, apoyados en la traición de las direcciones reformistas del proletariado y en golpes contrarrevolucionarios. Sin embargo no hay pan, las masas no están derrotadas y quieren pan.
Como parte
de este rol de la burguesía de la región vimos el regreso del máximo dirigente
de Hamas Jaled Meshal a Gaza, luego de estar exiliado en Egipto cobijado por la
Hermandad Musulmana, y realizó un acto de verborragia a la ultra izquierda
llamando a fortalecer la “guerra santa” contra el ocupante sionista. Si vemos
su discurso, Jaled Meshal claramente ha dejado a los renegados del trotskismo a
la ultra derecha abrazados a los “indignados” sionistas.
¿A qué se
debe este movimiento? Justamente a que las masas palestinas de Gaza se
encuentran en pie de guerra y que del otro lado del Muro de Rafah ya
irrumpieron sus aliados. Si Hamas no “radicaliza” su discurso, cae.
Hamas hoy
radicaliza su discurso porque mientras las masas palestinas combaten contra el
ocupante sionista, los que dicen ser de su mismo partido, la Hermandad Musulmana,
están en el gobierno egipcio reprimiendo a los trabajadores y cuidándole las
fronteras al sionismo. La trampa de Hamas es, mientras mantiene un discurso
antisionista, llamar a Al Fatah en Cisjordania a un “gobierno de unidad
nacional palestino”. Esta es la forma en que Hamas intentará subordinar a Gaza
al plan imperialista de “dos Estados”, sostenido por el imperialismo que acaba
de inventar una “estado palestino” que la ONU reconoce. Este es el último
eslabón de la política de pactos contrarrevolucionarios en el Norte de África y
Medio Oriente. Es un pacto entre el imperialismo, la burguesía árabe y el
sionismo para aplastar la revolución.
Estos
burgueses han quedado al desnudo como los garantes del sostén del imperialismo
y del sionismo sosteniendo con todas sus fuerzas los acuerdos de Camp David.
Justamente, la tarea inmediata que la revolución en el Norte de África y Medio Oriente tiene es destruir el acuerdo contrarrevolucionario de Camp David firmado por Egipto y el estado sionista fascista de Israel en 1979, que suscribieron la ONU y la Liga Árabe, garantizado por el imperialismo mundial y las direcciones colaboracionistas del proletariado. Este acuerdo, junto con el que firmó el sionismo con Jordania, es el que le permite al estado de Israel controlar sus fronteras con el apoyo de las burguesías nativas de la región. Todas las burguesías árabes, sin excepción, como verdaderos perros guardianes del sionismo han protegido su frontera con sus ejércitos, y han condenado a la diáspora del pueblo palestino a los “campamentos de refugiados” donde las masacres, la desocupación y las penurias de las masas son inauditas.
Justamente, la tarea inmediata que la revolución en el Norte de África y Medio Oriente tiene es destruir el acuerdo contrarrevolucionario de Camp David firmado por Egipto y el estado sionista fascista de Israel en 1979, que suscribieron la ONU y la Liga Árabe, garantizado por el imperialismo mundial y las direcciones colaboracionistas del proletariado. Este acuerdo, junto con el que firmó el sionismo con Jordania, es el que le permite al estado de Israel controlar sus fronteras con el apoyo de las burguesías nativas de la región. Todas las burguesías árabes, sin excepción, como verdaderos perros guardianes del sionismo han protegido su frontera con sus ejércitos, y han condenado a la diáspora del pueblo palestino a los “campamentos de refugiados” donde las masacres, la desocupación y las penurias de las masas son inauditas.
¡Abajo Mursi! ¡Destrucción de la casta de
oficiales del ejército mubarakista pro imperialista! ¡Abajo el fraude de la
nueva Constitución dictada por los generales mubarakistas! ¡NI por SI, ni por
NO! ¡Boicot activo a las elecciones del referéndum!
El gobierno
de Mursi y los Hermanos Musulmanes para frenar el asedio de las masas
revolucionarias, han lanzado un referéndum para aprobar o no la nueva
Constitución egipcia escrita por el presidente y sus allegados, con la venia
del ejército mubarakista que sólo permitió algunas reformas a la vieja
constitución que estaba con Mubarak.
A la burguesía no le importa si en el referéndum gana el “SI” (Mursi y los Hermanos Musulmanes) o gana el “NO” (el FSL, Baradei y todo el arco de la burguesía opositora con la colaboración del “Movimiento 6 de Abril” y la izquierda reformista). Con el “SI” y con el “NO”, se mantiene lo esencial de la vieja constitución y por lo tanto todos los negocios de las transnacionales y de la casta de oficiales, los generales mubarakistas, que manejan innumerables negocios, como el gas del que abastecen al estado de Israel y los u$s 1300 millones que reciben directamente de EE.UU. La necesidad del llamado a este referéndum radica en su intención de canalizar la furia de los explotados, sacarlos de las calles y de sus barricadas, para que las masas de Egipto sean desviadas del actual curso revolucionario que están tomando.
Por eso, la verdadera trampa de la burguesía contra el pueblo es el propio referéndum, que es, en sí mismo, un mecanismo totalmente antidemocrático y bonapartista donde se disuelven los organismos de lucha de las masas en votos individuales, donde valen lo mismo los votos de los parásitos de la sociedad que nada producen que los de la clase obrera. Incluso en este caso han desdoblado la votación en dos fechas (15/12 y 22/12) donde en esos 7 días la burguesía manipulará los votos fraudulentamente. En este referéndum los trabajadores y los explotados están obligados a “elegir” únicamente por dos alternativas burguesas: o por el Sí de la burguesía de los Hermanos Musulmanes; o por el NO de la burguesía de El-Baradei y el FSL. Gane quien gane, la burguesía mantendrá el control del estado y las patronales y las transnacionales imperialistas tendrán garantizada su propiedad e intereses: ninguna de las fracciones burguesas pierde nada.
A la burguesía no le importa si en el referéndum gana el “SI” (Mursi y los Hermanos Musulmanes) o gana el “NO” (el FSL, Baradei y todo el arco de la burguesía opositora con la colaboración del “Movimiento 6 de Abril” y la izquierda reformista). Con el “SI” y con el “NO”, se mantiene lo esencial de la vieja constitución y por lo tanto todos los negocios de las transnacionales y de la casta de oficiales, los generales mubarakistas, que manejan innumerables negocios, como el gas del que abastecen al estado de Israel y los u$s 1300 millones que reciben directamente de EE.UU. La necesidad del llamado a este referéndum radica en su intención de canalizar la furia de los explotados, sacarlos de las calles y de sus barricadas, para que las masas de Egipto sean desviadas del actual curso revolucionario que están tomando.
Por eso, la verdadera trampa de la burguesía contra el pueblo es el propio referéndum, que es, en sí mismo, un mecanismo totalmente antidemocrático y bonapartista donde se disuelven los organismos de lucha de las masas en votos individuales, donde valen lo mismo los votos de los parásitos de la sociedad que nada producen que los de la clase obrera. Incluso en este caso han desdoblado la votación en dos fechas (15/12 y 22/12) donde en esos 7 días la burguesía manipulará los votos fraudulentamente. En este referéndum los trabajadores y los explotados están obligados a “elegir” únicamente por dos alternativas burguesas: o por el Sí de la burguesía de los Hermanos Musulmanes; o por el NO de la burguesía de El-Baradei y el FSL. Gane quien gane, la burguesía mantendrá el control del estado y las patronales y las transnacionales imperialistas tendrán garantizada su propiedad e intereses: ninguna de las fracciones burguesas pierde nada.
Para todas
las corrientes reformistas, subordinadas a la dirección del “Movimiento 6 de
abril”, frente al referéndum sólo se puede llamar “a votar” y hacer campaña por
el “NO” para “debilitar a Mursi”. Bajo distintos tipos de argumentos, pretenden
ocultar su servilismo a las instituciones del régimen burgués. Y esto se
vuelve doblemente criminal en momentos que en Egipto cientos de miles de
jóvenes y obreros se están negando a participar de la trampa del referéndum y
buscan un camino independiente para avanzar a la revolución.
Hoy en Egipto está planteado desde todas las organizaciones de lucha de la clase obrera y las masas explotadas llamar y organizar el Boicot Activo contra esta verdadera trampa y engaño. Ya mismo las organizaciones de lucha de las masas, los sindicatos, etc., deben llamar a organizar esta acción con piquetes, paros, huelgas, movilizaciones y llamando a poner en pie la milicias obreras y populares para enfrentar a las bandas contrarrevolucionarias de Mursi, de los mubarakistas, desarmar a la policía y ganarse a la base de los soldados rasos para la lucha revolucionaria por la toma del poder por parte de los explotados.
Hoy en Egipto está planteado desde todas las organizaciones de lucha de la clase obrera y las masas explotadas llamar y organizar el Boicot Activo contra esta verdadera trampa y engaño. Ya mismo las organizaciones de lucha de las masas, los sindicatos, etc., deben llamar a organizar esta acción con piquetes, paros, huelgas, movilizaciones y llamando a poner en pie la milicias obreras y populares para enfrentar a las bandas contrarrevolucionarias de Mursi, de los mubarakistas, desarmar a la policía y ganarse a la base de los soldados rasos para la lucha revolucionaria por la toma del poder por parte de los explotados.
Es que lo
que ocultan las direcciones reformistas que sostienen las trampas de “desvío
parlamentario” de la revolución, es que lo que está por delante no es “más
democracia”, sino que estamos ante trampas de referéndum electorales para
preparar las condiciones para nuevos golpes de la contrarrevolución. Los
recientes acontecimientos de Túnez atestiguan lo que aquí afirmamos, donde una
manifestación de la UGTT cuya dirección apoya el fraude de la Asamblea Nacional,
terminó por ser disuelta a los garrotazos por las bandas fascistas a cuenta del
gobierno y su régimen antiobrero. La alternativa sigue siendo revolución o
contrarrevolución en el Magreb y Medio Oriente.
En Egipto, el único poder que debemos
reconocer es el de los comités de fábrica, de desocupados y estudiantes, de
soldados rasos, reunidos en un Congreso de delegados de todos los explotados en
lucha en la Plaza Tahrir
Para nada es
casual que los obreros textiles y particularmente la mujer trabajadora, sea la
vanguardia revolucionaria. Ellos gestaron la revolución que estallara en 2011
con históricas huelgas que conmovieron a toda la población, inclusive el nombre
del llamado “Movimiento 6 de Abril”, más allá de su dirección conciliadora, se
inspiró en la grandiosa huelga textil de los obreros del 6 de abril de 2008.
El
derrocamiento de Mubarak, entre otras cosas, le permitió a la clase obrera
romper con los sindicatos fascistas completamente estatizados y fundar nuevos
sindicatos, en su mayoría respaldados en las asambleas de fábrica, en comités
de fábrica que son un verdadero doble poder en el corazón de la producción
enfrentando a los gerentes-generales del ejército. Lo más avanzado de este
proceso fue el llamamiento revolucionario de la Asociación Revolucionaria de
Obreros Textiles, realizado el 29 de noviembre de 2011, y que todo el
reformismo sindicalista mundial ocultó bajo la alfombra. En él los obreros
proclamaron:
“Ahora, después de diez meses, vemos a los resabios del viejo sistema reciclado, e intentos oportunistas de las fuerzas políticas con autoridad religiosa de ignorar la legitimidad revolucionaria de las masas en las Plazas (…) El Consejo Militar y sus aliados en los pasillos del poder y los partidos políticos están preparando un Parlamento para ampliar su presencia y legitimidad. Ha llegado la hora de que las masas en las Plazas pongan en pie formas de democracia revolucionaria popular en Tahrir, Alejandría, Suez, Mansoura y Sohag (...)
• Un voto público de las decenas de miles en las barricadas de la Plaza Tahrir para crear el primer Consejo Popular revolucionario eligiendo a 100 revolucionarios desde dentro de la Plaza para expresar los objetivos y las demandas de legitimidad revolucionaria.
• El Consejo Revolucionario Popular debe formar comités elegidos los cuales deben tomar sus decisiones votando.
(...)
• Los Consejos Revolucionarios Populares deben ser puestos en pie en las Plazas públicas de Alejandría y Suez, después de Tahrir y deben coordinarse para alcanzar los objetivos de la revolución del pueblo.
• Los Consejos Revolucionarios Populares son la forma más madura de la expresión democrática de la aspiración del pueblo a la justicia, igualdad y libertad. Representan la legitimidad revolucionaria contra la “legitimidad” de Mubarak y la del consejo que él mantenía junto a sus aliados (...)
“Ahora, después de diez meses, vemos a los resabios del viejo sistema reciclado, e intentos oportunistas de las fuerzas políticas con autoridad religiosa de ignorar la legitimidad revolucionaria de las masas en las Plazas (…) El Consejo Militar y sus aliados en los pasillos del poder y los partidos políticos están preparando un Parlamento para ampliar su presencia y legitimidad. Ha llegado la hora de que las masas en las Plazas pongan en pie formas de democracia revolucionaria popular en Tahrir, Alejandría, Suez, Mansoura y Sohag (...)
• Un voto público de las decenas de miles en las barricadas de la Plaza Tahrir para crear el primer Consejo Popular revolucionario eligiendo a 100 revolucionarios desde dentro de la Plaza para expresar los objetivos y las demandas de legitimidad revolucionaria.
• El Consejo Revolucionario Popular debe formar comités elegidos los cuales deben tomar sus decisiones votando.
(...)
• Los Consejos Revolucionarios Populares deben ser puestos en pie en las Plazas públicas de Alejandría y Suez, después de Tahrir y deben coordinarse para alcanzar los objetivos de la revolución del pueblo.
• Los Consejos Revolucionarios Populares son la forma más madura de la expresión democrática de la aspiración del pueblo a la justicia, igualdad y libertad. Representan la legitimidad revolucionaria contra la “legitimidad” de Mubarak y la del consejo que él mantenía junto a sus aliados (...)
Fueron estos
mismos obreros -a los que las direcciones reformistas le impidieron conquistar
ese camino intentando hacerlos retroceder a la lucha económica de presión sobre
el estado burgués-, los que irrumpieron en la Plaza Tahrir y garantizaron
nuevamente que las masas “ocupen el centro del ring”. Con su lucha han
conquistado jalones de un nuevo programa revolucionario para la ofensiva, como
son las ejemplares acciones antiimperialistas contra las embajadas yanquis, y
como son la quema de los locales de los partidos patronales como la Hermandad
Musulmana.
Hoy más que
nunca hay que llevar ese programa al triunfo. Sólo la clase obrera, con sus
organismos de autoorganización independientes del estado burgués, irrumpiendo
con sus propios métodos de lucha, enfrentando implacablemente al gobierno de
Mursi y el CSFA (Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas), podrá acaudillar a
las masas explotadas y empobrecidas del campo y la ciudad.
Hay que
centralizar los organismos de lucha que las masas ya conquistaron, sus
sindicatos y comités de fábrica, organizar los comités de desocupados y
estudiantes revolucionarios con un programa obrero de emergencia. ¡Expropiación
sin pago y bajo control obrero del Canal de Suez y de todas las
transnacionales! ¡Fuera el imperialismo! ¡Desconocimiento de todas las deudas
con el FMI y la banca internacional! ¡Control obrero y puesta en producción de
toda fábrica cerrada, parada o que despida! ¡Escala móvil de salarios y
horas de trabajo! ¡Expropiación sin pago de todos los supermercados!
¡Eliminación de toda la cadena de comercio e intermediarios para garantizar
alimentos baratos! ¡Comités de control de precios y abastecimientos!
¡Plan de obras publicas bajo control de las organizaciones obreras para
garantizar viviendas para todos! ¡Expropiación sin pago de la tierra para
dársela a los campesinos pobres que la quieran producir sin explotar
trabajadores! ¡Expropiación sin pago de todos los bancos! ¡Banca estatal única
bajo control obrero y crédito barato para las clases medias arruinadas!
¡Libertad a todos los presos políticos! ¡Tribunales obreros y populares para castigar a Mubarak, sus secuaces y a todos los asesinos del pueblo!
El poder de los explotados es irreconciliable con el de los explotadores. Por ello el único poder que debemos reconocer es el de los comités de fábrica, de desocupados y estudiantes, de soldados rasos, reunidos en la Plaza Tahrir en un Congreso de delegados, 1 cada 100, de todos los explotados en lucha ¡Todos a la Plaza a organizar nuestro propio poder!
¡Libertad a todos los presos políticos! ¡Tribunales obreros y populares para castigar a Mubarak, sus secuaces y a todos los asesinos del pueblo!
El poder de los explotados es irreconciliable con el de los explotadores. Por ello el único poder que debemos reconocer es el de los comités de fábrica, de desocupados y estudiantes, de soldados rasos, reunidos en la Plaza Tahrir en un Congreso de delegados, 1 cada 100, de todos los explotados en lucha ¡Todos a la Plaza a organizar nuestro propio poder!
Para imponer la ruptura con el
imperialismo y conquistar el pan para los explotados
¡Gobierno Obrero y Popular, apoyado en las organizaciones de lucha de la clase obrera
y los explotados, y su armamento generalizado!
¡Gobierno Obrero y Popular, apoyado en las organizaciones de lucha de la clase obrera
y los explotados, y su armamento generalizado!
La cuestión
del momento sólo puede ser resuelta con la lucha por la toma del poder. El
reformismo mundial ante la lucha por demoler el estado burgués, se dedica a
tirar tierra sobre los ojos de los explotados. Buscan impedir una “nueva
Libia”, donde las masas armadas destruyeron al estado burgués.
La casta de oficiales del CSFA. esta financiada por el imperialismo y es dueña de grandiosos negocios en el saqueado Egipto. Su propiedad la defenderán fusil en mano. Por ello desde las organizaciones de lucha de las masas y sus piquetes de autodefensa debemos rodear los cuarteles, con la Huelga General Revolucionaria, y llamar a los soldados rasos, hijos de obreros y campesinos bajo armas, a romper con la oficialidad y organizar sus comités de soldados ¡Destitución y desarme inmediato de todos los oficiales mubarakista! ¡Comités de soldados rasos y milicia obrera! ¡Disolución de la policía y todas las fuerzas represivas! ¡Por un Gobierno Obrero y Popular, apoyado en las organizaciones de lucha de las masas y en su armamento generalizado!
La casta de oficiales del CSFA. esta financiada por el imperialismo y es dueña de grandiosos negocios en el saqueado Egipto. Su propiedad la defenderán fusil en mano. Por ello desde las organizaciones de lucha de las masas y sus piquetes de autodefensa debemos rodear los cuarteles, con la Huelga General Revolucionaria, y llamar a los soldados rasos, hijos de obreros y campesinos bajo armas, a romper con la oficialidad y organizar sus comités de soldados ¡Destitución y desarme inmediato de todos los oficiales mubarakista! ¡Comités de soldados rasos y milicia obrera! ¡Disolución de la policía y todas las fuerzas represivas! ¡Por un Gobierno Obrero y Popular, apoyado en las organizaciones de lucha de las masas y en su armamento generalizado!
La ruta de la revolución conduce a Jerusalén
¡Por la destrucción del estado de Israel! ¡Por una Palestina única, libre, laica y democrática, garantizada por un gobierno obrero y campesino de las masas autoorganizadas y armadas,
con capital en Jerusalén!
¡Por la destrucción del estado de Israel! ¡Por una Palestina única, libre, laica y democrática, garantizada por un gobierno obrero y campesino de las masas autoorganizadas y armadas,
con capital en Jerusalén!
La
revolución en Egipto sólo puede triunfar como una única revolución en toda la
región. La ruta de la revolución conduce a Jerusalén, hasta que la bandera
Palestina flamee allí. Las masas de Egipto, Medio Oriente y el Norte de África
necesitan unir sus filas para marchar sobre el Muro de Rafah y terminar de
desatarle las manos a las masas palestinas y embestir sobre el estado de
Israel. Desde los sindicatos independientes en Egipto conquistados a la
caída de Mubarak, ya mismo hay que llamar a realizar una gran Conferencia
Internacional en la Plaza Tahrir de todos los sindicatos y organizaciones
obreras combativas del mundo para romper el cerco impuesto contra las masas de
Libia y Siria, y que organice la embestida contra el estado sionista,
derribando el Muro de Rafah y sublevando a las masas de toda la región. A
este organismo no dudarán en asistir las milicias revolucionarias de Libia, los
sindicatos tunecinos atacados por las bandas salafistas y las organizaciones de
lucha de toda la región. Allí podrán asistir los sindicatos en lucha de todo el
continente europeo que todos los días tienen que salir a enfrentar los ataques
despiadados a sus conquistas por parte de los gobiernos de Maastricht
imperialista. Los llamados Socialistas Revolucionarios que dirigen e
influencian a los sindicatos independientes egipcios, deben demostrar por qué
se llaman así y romper con las Trade Unions inglesas, y ponerse a disposición
ya mismo de estas tareas y realizar este llamamiento internacional.
¡Abajo el
Muro de Rafah! ¡Abajo el Pacto de Camp David y todos los acuerdos económicos,
políticos y militares con el sionismo y el imperialismo! ¡Abajo la
monarquía en Jordania! ¡Fuera Al Assad y el imperialismo de Siria, todo el
poder a los comités de coordinación de los obreros, explotados y soldados
rasos! ¡Asamblea Nacional Palestina de todo el territorio histórico con sus
delegados, sin patrones ni colaboracionistas, para barrer las fronteras que las
burguesías nativas le cuidan al sionismo, desarmando a la policía palestina de
Al Fatah y Hamas para garantizar el armamento de los explotados! ¡Por la
destrucción del Estado sionista fascista de Israel! ¡Por una Palestina única,
libre, laica y democrática, bajo un gobierno obrero y campesino de las masas
autoorganizadas y armadas, con capital en Jerusalén! ¡Por una Federación de
Repúblicas Soviéticas Socialistas del Norte de África y Medio Oriente!
Para que triunfe la revolución en el Norte
de África y Medio Oriente, la clase obrera europea y norteamericana debe
levantar sus banderas en el corazón de la bestia imperialista
¡Abajo Maastricht y la reaccionaria Unión Europea! ¡Huelga General continental Ya!
¡Hay que derrotar al 1% de parásitos de banqueros y yuppies de Wall Street que saquean el mundo, protegidos por Obama y el Pentágono!
¡Abajo Maastricht y la reaccionaria Unión Europea! ¡Huelga General continental Ya!
¡Hay que derrotar al 1% de parásitos de banqueros y yuppies de Wall Street que saquean el mundo, protegidos por Obama y el Pentágono!
La clase
obrera de Túnez, Libia, Siria, Egipto, Yemen y toda la región está
protagonizando una de las más grandes gestas del proletariado mundial. Con sus
jornadas revolucionarias, en estos casi dos años de revolución han derrocado
dictaduras sangrientas, han partido ejércitos y se han armado, han puesto en
pie sus propias organizaciones de lucha autoorganizándose, han enfrentado al
sionismo y al imperialismo, y han regado con la sangre de sus mártires el Norte
de África y Medio Oriente.
A estas
heroicas masas, las direcciones reformistas y socialimperialistas, desde los
cómodos balcones de la aristocracia obrera y los sindicatos burocráticos, desde
las universidades y escritorios, ahora le aconsejan a los explotados de Egipto
que emprendan una “verdadera acción independiente”. Estas fórmulas mágicas,
estas recetas lanzadas, son palabras vacías. Las masas ya han realizado esas
“acciones independientes”, ya han conquistado jalones de socialismo con sus
combates. A ellas ya nada se les puede exigir.
Los socialimperialistas están cubriendo la espalda de sus burguesías, porque la única acción independiente que necesita la clase obrera del Norte de África y Medio Oriente, batallón fundamental de la clase obrera europea, es la irrupción revolucionaria de la clase obrera de ese continente, norteamericana y japonesa, marchando a las embajadas de los países de sus hermanos de clase, organizando la huelga general, boicoteando la ayuda que le prestan los imperialistas a las burguesías nativas para aplastar a la clase obrera, y poniendo en pie desde los sindicatos y organizaciones obreras y juveniles combativas, brigadas internacionales para garantizar la ayuda a los explotados con armas, alimentos y medicinas.
Los socialimperialistas están cubriendo la espalda de sus burguesías, porque la única acción independiente que necesita la clase obrera del Norte de África y Medio Oriente, batallón fundamental de la clase obrera europea, es la irrupción revolucionaria de la clase obrera de ese continente, norteamericana y japonesa, marchando a las embajadas de los países de sus hermanos de clase, organizando la huelga general, boicoteando la ayuda que le prestan los imperialistas a las burguesías nativas para aplastar a la clase obrera, y poniendo en pie desde los sindicatos y organizaciones obreras y juveniles combativas, brigadas internacionales para garantizar la ayuda a los explotados con armas, alimentos y medicinas.
Este es el
camino que debe asumir la clase obrera de las potencias imperialistas para
derrotar el ataque contra sus conquistas por parte de los gobiernos y banqueros
parásitos.
¡Huelga General Continental Ya desde el Atlántico hasta los Urales! ¡Abajo la troika en Grecia! ¡Abajo Merkel y la Alemania del Bundesbank! ¡Abajo la V República Francesa! ¡Abajo la Corona Británica y los borbones en España! Ellos son los que atacan las conquistas de la clase obrera europea y sostienen al sionismo genocida y los lacayos de la burguesía nativa ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa!
¡Huelga General Continental Ya desde el Atlántico hasta los Urales! ¡Abajo la troika en Grecia! ¡Abajo Merkel y la Alemania del Bundesbank! ¡Abajo la V República Francesa! ¡Abajo la Corona Británica y los borbones en España! Ellos son los que atacan las conquistas de la clase obrera europea y sostienen al sionismo genocida y los lacayos de la burguesía nativa ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa!
En Japón, el
movimiento contra las bases yanquis y contra la guerra imperialista, debe ganar
las calles para marchar a la embajada egipcia y de los sionistas. En EE.UU. hay
que volver a poner en pie al movimiento de la “Marcha del millón de Obreros” y
junto a los jóvenes de “Occupy Wall Street” enfrentar a ese 1% de banqueros y
yuppies de Wall Street que saquean el mundo, protegido por Obama y el
Pentágono. Como decían los trabajadores de Wisconsin en 2011 “¡Hay que
luchar como en Egipto!”. ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Norteamérica!
La clase obrera del Norte de África y
Medio Oriente necesita de una dirección revolucionaria para triunfar
¡Por la refundación de la IV Internacional!
¡Por la refundación de la IV Internacional!
La izquierda
reformista mundial se ha dedicado a calumniar a las milicias obreras libias
afirmando que eran “tropas terrestres de la OTAN”, o que la revolución en Siria
era “fogoneada por el imperialismo”. Así cercaron a las masas de la región del
proletariado europeo y mundial. Hoy ante los acontecimientos de Egipto salen
con sus recetas pacifistas de “Asamblea Constituyente”, “organizar sindicatos
democráticos”, con su teoría de “Primavera de los Pueblos” engañando al
proletariado con el peor de los democratismos. Han ocultado que la clase obrera
para triunfar debe armarse, destruir al ejército y encabezar una insurrección
para poder conquistar el pan expropiando a los expropiadores. Se han conjurado
para que nunca más haya una “nueva Libia” que destruya al estado burgués. Son
enemigos de levantar el programa de los mineros de Marikana de aumento de
salario “o matamos a los gerentes”, de los mineros de Asturias “si
esto no se arregla, guerra, guerra”, y de unir a la clase obrera mundial
contra ese “1 % de parásitos de Wall Street”.
Los defensores y llorones de Khadafy, los sostenedores de Al Assad, los sirvientes de los “indignados” sionistas fascistas de Israel y los defensores de las “revoluciones democráticas” se muerden la lengua y escriben ríos de tinta para negarse a llamar a demoler al estado burgués y a unificar a la clase obrera mundial, que en gran medida juega el destino de la revolución del Norte de África y Medio Oriente en las calles de Palestina y la Plaza Tahrir.
Los defensores y llorones de Khadafy, los sostenedores de Al Assad, los sirvientes de los “indignados” sionistas fascistas de Israel y los defensores de las “revoluciones democráticas” se muerden la lengua y escriben ríos de tinta para negarse a llamar a demoler al estado burgués y a unificar a la clase obrera mundial, que en gran medida juega el destino de la revolución del Norte de África y Medio Oriente en las calles de Palestina y la Plaza Tahrir.
Los
trotskistas que nos encontramos combatiendo codo a codo con las masas de la
región en la Brigada Sevian al Laith (León Sedov) en Siria, en la Milicias
Revolucionarias de Libia, y con el Movimiento de Obreros Voluntarios
Internacionalistas del Norte de África y Medio Oriente, luchamos por refundar la
IV Internacional que es la dirección que la clase obrera y los explotados de la
región necesitan y se merecen para poder triunfar. Para romper el cerco
impuesto a las heroicas masas de Libia y Siria, y para luchar por la
destrucción del estado de Israel llamamos a poner en pie ya mismo una Conferencia
Internacional de las fuerzas del trotskismo principista y las organizaciones
obreras revolucionarias.
La revolución está viva ¡Que viva la Revolución Obrera y Socialista!
La revolución está viva ¡Que viva la Revolución Obrera y Socialista!
Fracción Leninista Trotskista Internacional
(FLTI)