León
Trotsky
La situación política de
Siria, en los actuales momentos, se caracteriza por un conflicto civil interno
protagonizado por un pueblo dispuesto, por sobre todas las circunstancias, a derrocar
a la odiada dictadura genocida de los Al-Assad, fieles aliados del imperialismo
mundial. Esta guerra está enmarcada en el contexto de las revoluciones
anti-imperialistas del norte de África y Oriente Medio, las cuales tienen su
origen en las deplorables condiciones que sufren las masas explotadas de esta
región, quienes no tienen derecho ni a pedir un mendrugo de pan. ¡Esta lucha es
por el pan, por libertades políticas y por trabajo! Esto es lo que los
comunistas denominamos Situación Revolucionaria, cuando “ni los de abajo pueden
seguir viviendo como hasta ahora ni los de arriba pueden seguir gobernando como
lo hacen”.
A pesar de toda la
ofensiva de Al-Assad, quien hace el
trabajo sucio del imperialismo, con el apoyo militar incondicional de las
burguesías china (Hu Jintao) y rusa (Vladímir Putin) por un lado, y por el otro
el Consejo Nacional Sirio, respaldados por la Liga Árabe, los Hermanos
Musulmanes, la casta de los militares ex-assadistas, fieles sirvientes de las
pretensiones hegemónicas del imperialismo norteamericano; donde los otros
imperialismos, como Francia, Bélgica y los británicos desean entrar con todo a
disputar parte de la rapiña.
El imperialismo centra
toda su fuerza por aplastar esta revolución en curso en Siria, ya que una
derrota del régimen burgués implica: pérdida de la hegemonía en la región,
poniendo en cuestión lo más preciado, su enclave militar-sionista de Israel, al
igual que se abre la compuerta para la expansión de la revolución a Líbano,
Jordania, fortaleciendo la resistencia de los heroicos pueblos de Irak y
Palestina y que este último recupere su territorio y su capital Jerusalén, y
reavivando las luchas de Egipto, Tunes y Libia.A esta política se suma el silencio cómplice de la seudo-izquierda colaboracionista de la burguesía (stalinistas, socialdemócratas y, en especial, los renegados del trotskismo); dirigidos por ese engendro contrarrevolucionario que es la V Internacional de los Castro-Chávez y del FSM, que a pesar de las marchas y el apoyo material que han dado al régimen de Al-Assad, el pueblo sirio, hoy combatiendo en la capital Damasco, echará al suelo los lucrativos negocios petroleros de los boliburgueses agrupados en el ALBA; como lo declaró en el 2010 Hugo Chavez: “Con la refinería en Siria, Venezuela podrá tener clientes sin tener que pagar el flete desde el Caribe. Estos son algunos de los beneficios que dará la construcción de la Refinería”,
“Venezuela estará siempre con Siria y con los pueblos hermanos que
necesiten de esa gran riqueza (el petróleo) que puso la mano de Dios y de la
naturaleza”
“El estimado que
tengo hasta ahora para la creación de la refinería es de 4 mil 700 millones de
dólares”
Es que Hugo Chávez le
propuso a su homólogo sirio que “se incorpore como país miembro observador
de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, rumbo al
establecimiento de un acuerdo de todos los países del ALBA con Siria”.
Por eso, este conflicto
desenmascara los profundos intereses boliburgueses entre el ALBA, UNASUR,
MERCOSUR, reforzados con el restablecimiento de los tratados comerciales del
TLC del asesino de Santos y los negocios del régimen de Al-Assad, cuyo puente y
gran bisagra son el gobierno burgués de Chávez en Venezuela y la burocracia
restauracionista de los Castro en Cuba, que ya durante los años 70 hacía el
trabajo sucio de recomponer y consolidar el aparato represivo Sirio como parte
de los acuerdos de Yalta y Postdam para contener la lucha revolucionaria de los
pueblos; enviando tropas, asesores militares y de inteligencia y equipamiento
militar desde 1973, y de este modo sostener y afianzar al nuevo gobierno títere
y sanguinario de los Al-Assad, que aplastó a sangre y fuego las rebeliones de
1983 que estallaron por las mismas reivindicaciones por las que lucha el pueblo
sirio hoy.
Así, la clase obrera
latinoamericana que en el primer lustro del siglo XXI, aterrorizara a la
burguesía con su lucha antiimperialista y revolucionaria, y a pesar de haber
estado inerme, durante un breve tiempo,
ante los ataques de los regímenes y los gobiernos de las burguesías
“bolivarianas”, hoy sale nuevamente a luchar. Atrás han quedado los discursos
encendidos y la demagogia “antiimperialista”. En las pasadas Cumbres de las
Américas vimos a todas estas burguesías arrodillarse ante el amo Obama, y se
peleaban inclusive para mostrar cual era más servil y lacayo. El
ex-“comandante” sandinista Ortega devenido en presidente burgués de Nicaragua
fue sin duda uno de los que salió de esa cumbre de Trinidad con las rodilleras
desgastadas de tanto arrodillarse. Chávez, el supuesto “antiimperialista” y
mentor de esa estafa que es la “revolución bolivariana” le dijo a Obama que
quiere ser su “amigo”. Incluso, le llegó a regalar un libro de Eduardo Galeano:
Las Venas Abiertas de América Latina, como si este Bush tiznado no fuese
continuador de las políticas saqueadoras y sanguinarias de los amos del norte.
Mientras, en Venezuela manda a reprimir toda lucha obrera, dejando las manos
libres a los patrones que contratan sicarios “paracos” (tipo AUC de Colombia)
para que maten dirigentes obreros, tal cual lo hicieron el 5 de mayo de 2009 cuando asesinaron vilmente al
compañero Argenis Vásquez, dirigente del sindicato de Toyota en Cumaná, o como
la policía de la gobernación chavista de Anzoátegui que reprimió a los obreros
de Mitsubishi, asesinando a tres obreros en febrero de 2009, o como a finales
de 2008 cuando tres dirigentes de la UNT de Aragua fueron asesinados a balazos
también a manos de sicarios. ¡Ésta es la verdadera cara de la “revolución
bolivariana”, amigos del régimen de Al-Assad en Siria, de Santos en Colombia y
los Castro en Cuba!
Hoy el régimen de Chávez
prepara una nueva ofensiva contra los trabajadores, con despidos, con una nueva
Ley Orgánica del Trabajo que le quita la independencia a los sindicatos,
precarizando más el trabajo y la estabilidad laboral, apuntalando a las
Inspectorías con atribuciones judiciales. No es más que la “Alianza
Estratégica”, el Estado y la patronal, unidos para golpear a los trabajadores,
en búsqueda de amentar las ganancias de las “boliburguesías” y el imperialismo.
¡POR EL FORTALECIMIENTO DEL COMITÉ INTERNACIONAL DE APOYO A LA
REVOLUCION SIRIA!
¡VIVA EL LEVANTAMIENTO
REVOLUCIONARIO DE LAS MASAS SIRIAS Y SU PODER DUAL!
¡NINGUNA CONFIANZA EN EL CNS! ¡POR UN GOBIERNO DE LAS MILICIAS
DIRIGIDAS POR LOS COMITÉS DE FABRICAS, BARRIALES, CAMPESINOS Y DE SOLDADOS
RASOS!
¡ABAJO LA TIRANÍA “BOLIVARIANA” DE LOS AL-ASSAD EN SIRIA! ¡NINGUNA
INTERVENCIÓN DEL IMPERIALISMO!
¡POR LA CONSTRUCCIÓN DE UN BLOQUE SINDICAL INDEPENDIENTE Y CLASISTA
QUE ENFRENTE A LA BURGUESÍA, INCLUIDA LA “ROJA”, Y AL IMPERIALISMO!
¡CORTEMOS EL FLUJO DE PETRÓLEO QUE ALIMENTA AL REGIMEN DE AL-ASSAD!
¡ABAJO EL ACUERDO DE CONSTRUCCIÓN DE LA REFINERIA SIRIO-VENEZOLANA
QUE SÓLO ENRIQUECE A LA BOLIBURGUESÍA Y AL IMPERIALISMO EN DETRIMENTO DEL
PROLETARIADO DE AMBOS PAÍSES!
¡POR LA CONSTRUCCION DE UNA DIRECCION REVOLUCIONARIA DE CARÁCTER
MUNDIAL ACAUDILLADO POR LO MEJOR DE LA VANGUARDIA DEL PROLETARIADO QUE GUIE A LAS
MASAS PARA LA TOMA DEL PODER BASADO EN EL PROGRAMA DE TRANSICIÓN DE 1938 PARA
LA REVOLUCION SOCIALISTA!
Caracas,
24 de julio de 2012
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