19/08/2012
“El ejército de Al Assad y este
régimen están cometiendo un genocidio contra el pueblo sirio. Están derrumbando
ciudades enteras con sus bombas y dejando tierra arrasada”
Luego de una batalla perdida (en esta interminable
guerra contra la hipocresía y la codicia que gobierna el mundo con su sistema
hambreador) en la todavía subversiva Libia, donde por el momento se impuso un
sistema “democrático” que solo favorece a los ricos y tiranos; y haciendo caso
a las intenciones de obreros y trabajadores libios y del mundo entero que
sienten profundamente las matanzas y opresiones a sus hermanos de clase en todo
el plante: con un grupo de luchadores internacionalistas nos hicimos presentes
en la sublevada Siria.
Al llegar, será por la experiencia obtenida en las
batallas de la insurrección libia, fuimos integrados de inmediato junto a los
luchadores que venían enfrentándose a las tropas de Al Assad.
Al igual que en Libia, aquí los aviones nos sobrevolaban
la cabeza, solo que cuando nos disparan no lo esconden diciendo “fue un error”
(como afirmaban en Libia cuando los aviones de la OTAN bombardeaban las
posiciones y los vehículos de las milicias obreros y populares que derrocaron a
Khadafy).
Poco a poco nos fuimos naturalizando con el dialecto
y el terreno de la zona (muy parecido a Palestina).
Las batallas que aquí se libran son feroces, los
valientes luchadores se martirizan de a cientos y otros cientos resultan
heridos.
Las diferencias bélicas entre las masas y el ejército
regular defensor del tirano son grandes, pero aun así con coraje y valentía el
pueblo oprimido –empujados por el hambre- y los internacionalistas que aquí se
encuentran, se resiste día a día contra tanques, acorazados, lanzamisiles,
aviones, helicópteros y soldados entrenados para masacrar.
La situación hoy en día es muy dura, las batallas que
se libran son por la disputa de las ciudades industrializadas y productoras,
donde se encuentran entre otros los tubos de gas natural que proveen a Europa.
El ejército de Al Assad y este régimen están
cometiendo un genocidio contra el pueblo sirio. Están derrumbando ciudades
enteras con sus bombas y dejando tierra arrasada; no hay electricidad, gas,
agua, ni alimento; miles de hombres, mujeres, niños y ancianos han perdido la
vida o deben huir y dejar atrás sus viviendas destruidas para luego hacinarse y
humillarse en los campamentos de fronteras.
Es por esto que se le pide no solo a los pueblos y
trabajadores de todo el mundo, sino también a los mismos obreros sirios que se
encuentran en esas ciudades a que se organicen para pelear contra el tirano que
los sometió al hambre y la pobreza y vivió y se enriqueció con el sudor de los
explotados.
Nuestras armas están a disposición del pueblo y sus
demandas. Aquí hay millones que no reconocemos al CNS ni a sus generales, pero
nos solidarizamos con la base del “Ejercito Siria Libre”, compuesta por
valientes y valerosos trabajadores que día a día entregaban sus músculos a los
explotadores para conseguir el pan. Aunque vale aclarar que NO SOMOS PARTE DEL
“EJÉRCITO SIRIA LIBRE”.
No estamos de acuerdo con la intervención de los
gobiernos de las potencias mundiales pues conocemos sus intenciones, pero si
estamos dispuestos a recibir ayuda de los trabajadores de las mismas, pues son
ellos quienes pueden dar ayuda que sirva para cumplir nuestro objetivo: frenar la
matanza lanzada por el tirano que en Siria gobierna desde hace 40 años bajo un régimen
basura pintado de “rojo”, cuyo discurso pretende pasar como “progresista y
revolucionario” pero en sus acciones es todo lo contrario.
Acá luchamos para vivir dignamente, ganar un buen
salario y poder ayudar a todos nuestros hermanos que viven bajo la opresión de
la pobreza y la ignorancia impuesta por los tiranos del mundo.
Denunciamos a todas las corrientes reformistas que
sostuvieron al asesino Al Assad con la excusa del “Ejército Siria Libre”, que están
haciendo pasar a las masas, que resisten heroicamente a este verdadero genocidio,
como si éstas fueran los expropiadores de su revolución (es decir el CNS y el
ESL). Estas corrientes, que le han dado la espalda o han calumniados a las
masas sirias, brutalmente masacradas, no van a poder hablar más en nombre de
los trabajadores y los explotados del mundo.
Denunciamos también que el Partido Comunista Kurdo,
fiel a su historia, una vez más está traicionando a los explotados sirios y a
las propias masas kurdas; haciendo el trabajo sucio de llamar a que las
milicias se desmovilicen y desarmen, o entregándolas directamente, mientras el
genocida Al Assad continúa con su aplastamiento generalizado.
Por eso, contra este mar de traiciones, queremos agradecerles
a los trabajadores latinoamericanos, japoneses y africanos, a los estudiantes
de Chile y de la facultad de Letras de la UBA de Buenos Aires, y a esos miles y
miles de obreros y explotados que en el mundo se están poniendo de pie contra
la barbarie capitalista y sus gobiernos asesinos.
Vayan de nuestra parte, para todos estos compañeros que
están haciendo llegar su ayuda al frente de batalla una vez más, a pesar y en contra
de muchas organizaciones que se dicen "revolucionarias", un fuerte y
enorme abrazo revolucionario.
Brigada “León Sedov”
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