Ven
esta situación no solo en Trípoli, sino también en Msrata. Allí los portuarios
comparten casi todos los reclamos con los obreros de Trípoli, como el
aguinaldo, la ropa de trabajo, la vivienda, la falta de oficinas, el seguro
médico, etc. Ante esta situación, en Msrata los obreros se reunieron y elevaron
un petitorio a la gerencia de la empresa, que fue respondido inmediatamente con
un aumento de salario, desoyendo todos los otros reclamos. Una forma más de
intentar descoordinar a los portuarios de una y otra ciudad.
Para todos los
reclamos, los obreros cuentan con una organización tipo sindical llamada
Naqaba, pero está solamente facultada para resolver cuestiones salariales. Por
ello, y porque todavía no está funcionando la Naqaba con todos los delegados,
los portuarios comenzaron a organizarse en reuniones, como asambleas
embrionarias.
Opinan
que las asambleas son una forma de organización legítima y las medidas de lucha
que tome también lo son. Por ello, acuerdan en un 100% con la huelga hecha por
los portuarios de Trípoli, y le advierten a la gerencia que seguirán los mismos
pasos si sus reclamos siguen sin respuesta. Inclusive están barajando las
distintas posibles acciones, pues un sector se opone a la huelga, ya que ven
que eso perjudicaría al conjunto del pueblo y en su lugar propone organizar una
acción de protesta contra la empresa para sacar a los jefes actuales y poner en
su lugar a otros, elegidos por los obreros en lucha. Hay quienes ven como
método de lucha la huelga para forzar, por medio de elecciones anticipadas, a
cambiar a sus jefes. Es que en esta empresa los mismos son elegidos (en
elecciones fraudulentas) por todos los empleados, una vez cada cuatro años.
Así como en casi todas
las fábricas y empresas de toda Libia, estos obreros portuarios vienen de haber
combatido en las milicias que derrotaron al dictador, cuyo saldo les dejó
varios mártires. Inclusive, muchos trabajadores no han regresado a su actividad,
pues siguen organizados en las milicias.Con respecto a sus hermanos de clase de Siria, estos obreros plantean su total solidaridad para con ellos, y se muestran totalmente dispuestos a organizar acciones, enviar brigadas, armas, municiones, etc. Pero, al mismo tiempo, ven que la acción solo desde Libia no alcanza, sino que, para que triunfen las masas explotadas de Siria, es necesaria la intervención de todo el proletariado mundial.
Para
esto proponen formar una organización o un partido de la clase obrera mundial,
que agrupe, centralice y coordine a todos los trabajadores en África, Europa y
demás continentes, para poder intervenir en los procesos revolucionarios y
liberar del hambre, la miseria y la explotación a esta clase oprimida desde
siempre. Ponen como ejemplo a "…la organización internacional que
coordinó el envío de brigadas obreras de todo el mundo para combatir contra el
fascismo de Franco en la guerra civil española de los '30…", que
no es, ni más ni menos, que la IV Internacional con su programa de fundación de
1938.
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