domingo, 22 de enero de 2012

Corresponsalias: Reportes 4, 5 y 6

Reporte 4: La vida cotidiana en la Libia post-Khadafy

Después de la guerra la ya miserable infraestructura del país quedó semi-destruida o destruida totalmente. No hay servicios. El agua se corta todo el tiempo y sólo de a ratos hay electricidad.
En muchos barrios no hay cloacas (porque nunca las hubo) y en otros, éstas están totalmente colapsadas como sucede en la mayoría de los barrios obreros de Trípoli.
Lo más acuciante es el estado de los hospitales. En el oeste la mayoría fueron bombardeados por Khadafy. Al día de hoy se encuentran totalmente colapsados por la enorme cantidad de heridos y enfermos que hay. La desesperación es porque hay un total desabastecimiento de medicamentos y hay muy pocos médicos.
Hoy los hospitales están funcionando gracias a los brigadistas voluntarios. Lo mismo sucede en cuanto a la educación, seguridad y limpieza urbana: son las mismas masas que en gran ejemplo de fraternidad toman en sus manos las tareas de forma voluntaria. Hay desde maestros voluntarios hasta guardias urbanas hechas por los milicianos.
Incluso, uno puede leer distintas prensas por internet –siempre y cuando sea posible conectarse, cuestión que es muy difícil y a veces imposible-, donde los voceros del imperialismo alertan que desde la caída de ese asesino de Khadafy, son las milicias revolucionarias las que hacen la ley en el país y las que garantizan gran parte de las tareas de mantenimiento del orden. Esto es así.
En Trípoli muchas milicias se instalaron en edificios oficiales del antiguo régimen khadafista y también en las residencias y granjas que pertenecían a los seguidores de Khadafy; mientras que se han bloqueado distintos puntos estratégicos de la capital.
Milicias de Misarrata, Bengasi y Sirte ahora controlan la mayoría de los barrios de Trípoli. Todos los días hay escaramuzas y tiroteos con muertos contra los generales del CNT, mientras éstos también intentan comprar a sectores de las mismas milicias.
Mientras, los milicianos montaron un operativo para desactivar las minas que el ejército había esparcido a los alrededor de la ciudad de Brega, cuestión que era un peligro porque mucha gente quedó lisiada cuando se trasladaba cuando dichas minas detonaban. Varias brigadas de voluntarios junto a las milicias limpiaron todas las rutas y caminos.

El cadáver de Khadafy ajusticiado por las masas libias

Reporte 5: Fracasa el ultimátum de desarme del CNT. Nuevos enfrentamientos con las milicias


Con respecto al ultimátum de desarme del 20 de diciembre, éste fue desacatado. Y no sólo por Misarrata, sino que es general en toda Libia. Nadie ha entregado sus armas. Éstas siguen en manos de la población, después de que las conseguimos de los arsenales de Khadafy.
Como el desarme fracasó siguen los intentos del CNT por “cooptar” a las milicias e integrarlas al Ejército (para esta tarea el CNT cuenta con la ayuda de los gobiernos de EE.UU., Francia y demás bandidos). Con ese objetivo los soldados del Ejército realizaron una movilización en Bengasi el 5 de enero exigiendo el pago de los salarios atrasados de los últimos 3 meses y también que las milicias se incorporen a las Fuerzas Armadas.

Lo otro que está haciendo el CNT son promesas de pagarle resarcimientos (que irían entre 2.000 y 4.000 linares; aproximadamente entre 1.500 y 3.000 dólares) a todas las familias damnificadas por la guerra civil. Por ahora esto no son más que promesas pero el CNT lo utiliza como chantaje para que los milicianos devuelvan las armas o si no, no cobrarán el dinero.
Otro hecho importante fue el enfrentamiento que ocurrió a fines de diciembre en Ben Walid entre la policía del CNT y los milicianos de Misarrata. Varios compañeros cayeron asesinados en ese combate. Rápidamente corrió el rumor de los responsables de este hecho había sido bandas khadafistas, pero luego se supo –porque ya no lo pudieron ocultar más- que los que ordenaron el ataque contra nuestros milicianos había sido el CNT, esos fieles continuadores de la política del dictador.

También hubo enfrentamientos con saldos fatales en Trípoli a principios de enero, entre grupos de milicianos de Misarrata y la policía del CNT en un edificio que antes Khadafy lo usaba como sede de sus servicios de inteligencia.


Reporte 6: El hambre y la desocupación se profundizan.
El CNT intenta cercar a las masas por hambre
La situación está muy tensa: es que la mayoría de las empresas en Libia están cerradas. Ni hay la menor señal de que algún sector del imperialismo o la burguesía libia se anime a reabrir sus empresas. La terrible desocupación y el hambre han motorizado las luchas de las masas contra el CNT planteando: “¿Dónde están las fuentes de trabajo que prometieron? ¿Dónde está la plata que se robó Khadafy?
Las fábricas están cerradas pero totalmente equipadas. La burguesía no tuvo tiempo de vaciarlas, porque huyó rápidamente o directamente fue ajusticiada por las milicias como en Misarrata. Están todas las máquinas e implementos para hacer andar y producir las fábricas.
La tensión en Misarrata se agudiza. Las masas resisten en una economía de subsistencia. El CNT intenta cercarlas por hambre. Es que allí las milicias afirman: “¡Aquí nadie quiere ni le cree nada al CNT! ¡La revolución está viva! ¡Misarrata está orgullosa de que sus milicianos hayan matado al perro de Khadafy y su hijo! ¡Nadie se ha desarmado ni se desarmará!” Y las milicias claman por un gobierno suyo, con la juventud a la cabeza, porque fueron los jóvenes la vanguardia en el combate contra Khadafy y los que más muertos dejaron.


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