martes, 20 de noviembre de 2012

Declaracion de la FLTI por Palestina

Mientras Al-Assad sigue masacrando a las masas sirias a cuenta de los intereses de las potencias imperialistas…
Ahora el sionismo, bajo el mando de Obama, bombardea brutalmente a las masas palestinas
¡PAREMOS LA MASACRE CONTRA LAS MASAS PALESTINAS EN GAZA!
¡HAY QUE DERROTAR A AL ASSAD QUE LE DEFIENDE LAS FRONTERAS AL SIONISMO,
MASACRANDO A LAS HEROICAS MASAS SIRIAS!


¡Una sola lucha contra el imperialismo y los explotadores en Palestina, Siria, Egipto, Libia, Túnez y toda la región! 
La clase obrera de los países imperialistas y de los pueblos oprimidos enfrentan en las calles el ataque a sus conquistas por parte de los gobiernos contrarrevolucionarios de los banqueros y las transnacionales
UN 1% DE PARÁSITOS Y SAQUEADORES DEL PLANETA ARMAN HASTA LOS DIENTES AL SIONISMO PARA APLASTAR AL PUEBLO PALESTINO
Como lo gritan las masas en las calles de Egipto:
¡TODOS A PELEAR JUNTO A NUESTROS HERMANOS DE GAZA!
¡POR LA DESTRUCCIÓN DEL ESTADO SIONISTA – FASCISTA DE ISRAEL, GENDARME DEL IMPERIALISMO YANQUI EN MEDIO ORIENTE!
¡POR UNA PALESTINA LIBRE, LAICA Y DEMOCRÁTICA CON CAPITAL EN JERUSALÉN!
¡POR UN GOBIERNO REVOLUCIONARIO OBRERO Y CAMPESINO!
¡POR LOS ESTADOS UNIDOS SOCIALISTAS DEL MAGREB Y MEDIO ORIENTE!

Desde hace una semana, el estado sionista fascista de Israel ha lar­gado un brutal ataque contra las masas palestinas de la Franja de Gaza, comandado por Obama, quien cínicamente ha salido a afirmar que el estado de Israel “tiene derecho a defenderse”. El único agresor es ese gendarme del imperialismo yanqui en Medio Oriente, el estado sionista, que desde hace más de 60 años ha masacrado, expulsado de su tierra y confinado a las masas palestinas a los campos de concentración a cielo abierto de Gaza y Cisjordania.

Decenas de mártires palestinos han caído víctimas de las bombas lanzadas por el ejército asesino de Israel. Niños, mujeres, jóvenes, ancianos y obreros padecen el más brutal de los operativos militares en Gaza, ciudad que desde la operación “Plomo Fundido” en 2008 fue enviada a la Edad Media. 
 
Manifestacion en Egipto, El Cairo

Lo que estamos presenciando es una contraofensiva del im­perialismo yanqui que intenta aplastar en un baño de sangre la cadena de revoluciones del Norte de África y Medio Oriente. Si ahora el imperialismo puede usar al perro sionista para masacrar a las masas palestinas es porque Al Assad, armado hasta los dientes por Putin (Rusia), Hu Jintao y su continuador Xi Jinping (China), y apoyado por los ayathollas iraníes, ya le hizo el “trabajo sucio” imponiendo un genocidio en Siria. Así, con la revolución siria cercada, ni bien Al Assad intenta terminar de aplastar a bombazos limpios y con tierra arrasada el último barrio de la última ciudad de Siria, el sionismo bajo las órdenes de Obama sale a aplastar a las masas palestinas.
Contra la falacia y el engaño que han planteado los pseudo-izquierdistas, todos lacayos de Obama, ¡las únicas tropas de la OTAN que intervinieron en Medio Oriente, son las del sionismo para masacrar a las masas palestinas! ¡El genocidio contra las masas sirias y los bombazos contra las masas palestinas son un mismo ataque comandado por el carnicero Obama y las demás potencias imperialistas para aplastar a las masas revolucionarias del Norte de África y Medio Oriente! Por eso ¡no enfrenta al sionismo quien no enfrenta al genocida Al Assad!
Con Obama ahora legitimado por su triunfo en las elec­ciones y con el régimen de los “Republicratas” fortalecido, el imperialismo yanqui, mediante su perro guardián, el estado de Is­rael, ha largado una nueva operación de exterminio contra las masas palestinas bajo el nombre de “Pilar Defensivo”. Pero éste se trata de una verdadera “Operación Plomo Fundido 2”, comandada por ese “Bush tiznado” que es Obama. 
Marcha en Estambul
 oy EE.UU. puede hacer esto gracias al apoyo que le brindó la izquierda reformista mundial, que sostuvo a Chávez, capitán de la “Re­volución Bolivariana” quien llamó a votar por Obama en las elec­ciones presidenciales de Estados Unidos. Con las trampas elec­torales de Estados Unidos, Venezuela y Chile en América Latina; con la burocracia sindical llevando a la clase obrera de Europa a la impotencia de suplicarle a los gobiernos imperialistas que “ablanden” sus ataques; con esa izquierda del Foro Social Mundial que declaraba su apoyo a los “indignados” sionistas, que son parte de los reservistas del ejército que hoy se aprestan a invadir Gaza; con la izquierda mundial calumniando a las masas en Siria acusándolas de ser “agentes de la CIA” y sos­teniendo los cañones de Al Assad por un lado, y por el otro sosteniendo las “Asambleas Constituyentes” fraudulentas y las elecciones truchas en Túnez, Libia y Egipto… la burguesía imperialista ha decidido salir a la ofensiva y dar un escarmiento a toda la clase obrera mundial y de la región en particular. 
Estamos en presencia de una respuesta de los piratas imperia­listas ante las enormes revoluciones obreras y socialistas que se abrieron en el Norte de África y Medio Oriente, impulsadas por el feroz ataque que los parásitos capitalistas descargan sobre la clase obrera mundial para salir de su crisis. ¡Basta! ¡Que la crisis la paguen los que la provocaron: los parásitos ca­pitalistas, ese 1% de banqueros de Wall Street que se roba las riquezas del mundo!

La clase obrera norteamericana ha sufrido el más pérfido engaño de ese “Bush tiznado” que es Obama. ¡Las organizaciones de la clase obrera deben romper ya con Obama y poner nuevamente de pie la “Marcha del Millón” contra los golpes contrarrevolucionarios del imperialismo yanqui en el mundo!
La clase obrera europea hoy sufre los brutales ataques de una verdadera guerra declarada por los capitalistas contra sus conquistas, con millones de hambrientos y desocupados como lo padecen las masas palestinas, sirias y de todo el Magreb y Medio Oriente. El pasado 14 de noviembre una jornada de protesta de varios países de Europa con huelgas, movilizaciones y enfrentamientos callejeros con la policía, dejó en claro la predisposición de la lucha de la base obrera. Sin embargo son sus dirigentes quienes le atan las manos con su programa de mendigarle a los gobiernos y regímenes de los imperialistas que “morigeren” el ajuste, y las dividen y separan de sus hermanos de clase del Norte de África y Medio Oriente. En esa jornada todas las direcciones de la clase obrera europea ocultaron y siguen silenciando el genocidio en Siria y la masacre en Palestina.
Pero a pesar de sus direcciones, sectores de la clase obrera mundial responde, defendiéndose valiente y heroicamente de la guerra que le han declarado los explotadores para que paguen su crisis y sostengan a este sistema capitalista putrefacto en bancarrota. De los aguerridos mineros de Asturias salió la demanda de “¡Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra!”. Su llamado fue tomado por los obreros de Lonmin (Sudáfrica) con la demanda de “¡O salarios de 12.500 Rands o matamos a los gerentes”!
¡Ni en Europa, ni en Palestina, ni en la Siria martirizada, ni en el África negra sublevada se han rendido los trabajadores! ¡Los que se han rendido son las direcciones traidoras compradas por los capitalistas! ¡Una sola clase, una sola lucha a nivel internacional! ¡Para que la clase obrera viva, el imperialismo debe morir! 
 

Hoy, en Medio Oriente, luego de la masacre de Al Assad en Siria, de nuevos y brutales ataques a la clase obrera de Europa y el mundo colonial y semicolonial, los piratas imperialistas y sus lacayos de las bur­guesías nacionales, intentan impedir que las masas pa­lestinas, vanguardia histórica del proletariado de Medio Oriente, entren al combate y encabecen la lucha revolu­cionaria y antiimperialista en la región. ¡No podemos permitirlo!
Existe una verdadera “Santa Alianza” de las burguesías nativas del Norte de África y Medio Oriente para cuidarle las fronteras al estado sionista de Israel.
Ahí está el chacal Al-Assad y sus tropas de ocupación del imperialismo y el sionismo imponiendo su genocidio en Siria para mantener a salvo los Altos del Golán, que hoy están en manos del estado de Israel, y que esas fronteras no sean barridas por las masas revolucionarias. Se desnuda el verso de los defensores de Al-Assad que ahora chillan que el estado de Israel ataca a los explotados palestinos, porque “el imperialismo debilitó” al gobierno sirio. ¡Basta de engaño!
Ahí está el gobierno de Mursi y la Hermandad Musulmana de Egipto que alardea “repudios” a la masacre sionista, cuando es el que mantiene de pie ese muro de oprobio de Rafah, en las fronteras de Gaza. ¡Basta de mentiras! Las masas de Egipto que se movilizan contra la embajada sionista, marcan el camino con su grito de:¡Armémonos y vayamos a Gaza!. ¡Abramos la frontera que Mursi y los generales del ejército mubarakista le cuidan al estado de Israel y marchemos junto a las masas palestinas para aplastar al gendarme sionista!
En Jordania, el Rey Hussein es el encargado de martirizar a la diáspora de los explotados palestinos, que son la mayoría de la población (más de 4 millones). Pero hoy las masas irrumpen por el pan contra los tarifazos y la carestía de la vida, tendiendo  a unir su lucha con la de sus hermanos de clase de la Palestina histórica. ¡Abajo el Rey Hussein y la dinastía Hashemita!
Hezbollah, en el Líbano, es el que mantiene controladas a las masas palestinas de los campos de refugiados para que éstas no irrumpan volviendo a sublevar a todo el sur del Líbano, como sucedió en el 2006 cuando los explotados derrotaron a las tropas contrarrevolucionarias del estado de Israel. ¡Fuera las tropas de la ONU del sur del Líbano que le cuidan las espaldas al ejército genocida del estado de Israel!


Qué certera la consigna que gritaban las masas egipcias en febrero pasado, cuando marchaban a la embajada siria denunciado que: “Al-Assad, Hezbollah, la OTAN y Norteamérica le cuidan las fronteras al sionismo”.
La destrucción del estado sionista fascista de Israel es una tarea de todas las masas revolucionarias de la región. ¡Que vuelvan a ponerse de pie las masas tunecinas, la chispa que incendio el fuego revolucionario del Magreb y Medio Oriente, para derrotar el fraude de la “Asamblea Nacional”! ¡En Egipto, hay que volver a recuperar la Plaza Tahrir que ayer derrocó a Mubarak, y marchar a demoler el Muro de Rafah! ¡Las masas libias y sus milicias deben retomar su combate antiimperialista para echar a los generales y políticos khadafistas del CNL y marchar hacia Jerusalén!
¡Una sola clase, una sola revolución en toda la región!
¡La bandera Palestina debe volver a flamear en su capital, Jerusalén!
¡Brigadas Internacionales de todas las organizaciones obreras para ir a luchar junto a las masas palestinas!
¡POR LA DESTRUCCIÓN DEL ESTADO SIONISTA FASCISTA DE ISRAEL!
¡Abajo el plan de “dos estados” de la ONU, el imperialismo y la Liga Árabe!

ASAMBLEA NACIONAL PALESTINA con delegados electos desde los campos de concentración de Gaza y Cisjordania, y desde la diáspora palestina, confinada por los golpes contrarrevolucionarios del sionismo al Líbano, Jordania y demás países de la región
¡Fuera la burguesía palestina colaboracionista de Obama y el sionismo!

¡POR UN GOBIERNO PROVISIONAL REVOLUCIONARIO OBRERO Y CAMPESINO EN UNA PALESTINA LIBRE, LAICA Y DEMOCRÁTICA, BASADO EN EL ARMAMENTO GENERALIZADO DE LAS MASAS!
¡Por un solo combate en Damasco y Jerusalén!
EL MAGREB Y MEDIO ORIENTE DEBEN SER LA TUMBA DEL IMPERIALISMO Y SUS LACAYOS
La clase obrera de EE.UU., Europa y demás países imperialistas deben ponerse de pie en apoyo a las masas palestinas. ¡Hay que boicotear la maquinaria de guerra que alimenta al gendarme sionista! ¡Huelga general revolucionaria ya!
¡Que vuelvan a arder las embajadas norteamericanas y del sionismo, pero esta vez no sólo en el Norte de África y Medio Oriente, sino en todo el mundo! ¡“Yanquis Go Home”

Fracción Leninista Trotskista Internacional (FLTI)
Integrada por:
Brigada Sevian al-Laith (Brigada León Sedov), de Siria
Movimiento Revolucionario de las Milicias de Libia
Movimiento de Obreros Voluntarios Internacionalistas
Workers International League (WIL), de Zimbabwe
Liga Trotskista Internacionalista (LTI), de Bolivia
Partido Obrero Internacionalista – Cuarta Internacional (POI-CI), de Chile
Grupo Socialista Revolucionario Trotskista Leninista, “Los Comuneros”, de Colombia
Comité por la Refundación de la IV Internacional, de San Pablo, Brasil
Liga Trotskista Internacionalista (LTI), de Perú
Núcleo Obrero Revolucionario (NOR), de Perú
Liga Obrera Internacionalista – Cuarta Internacional (LOI-CI), de Argentina
Liga Comunista de los Trabajadores (LCT), de Venezuela

en arabe veala en: http://www.democraciaobrera.org/Art%20aun%20no%20publicados/palestina/palestinarabepf2.html

domingo, 18 de noviembre de 2012

Pronunciamiento del Comité por Siria de Chile, integrante del Comité Internacional en Apoyo a las Masas Sirias, ante los últimos sucesos en Palestina

Llamamos a la clase obrera mundial y todas sus organizaciones a organizar ya mismo marchas a las embajadas de Israel y Estados Unidos y todo tipo de acciones en solidaridad con el pueblo palestino”
15-11-2012

Manifestacion en Egipto contra el ataque de Israel a Gaza
Durante los últimos días, el ejército del estado sionista de Israel ha perpetrado brutales ataques hacia la Franja de Gaza, asesinando a más de 20 mártires palestinos, cifra que sigue subiendo con el correr de las horas.
Desde el Comité Internacional en Apoyo a las Masas Sirias declaramos nuestro apoyo incondicional a las martirizadas masas palestinas que sufren hoy los bombardeos, misiles, y ataques militares por parte de Israel. Declaramos que no le reconocemos a Israel ningún carácter de nación, sino que es un verdadero enclave militar del imperialismo yanqui, una fortaleza militar para defender sus intereses en esa región del planeta.
Barack Obama, recién electo como presidente de Estados Unidos es quien encabeza este sangriento ataque, ejecutado por las autoridades isralíes, funcionarios de guerra del imperialismo yanqui. Este ataque busca escarmentar a todas las masas explotadas de la región, y es parte del genocidio que Bashar Al Assad, lacayo absoluto del imperialismo, descarga hace meses sobre la clase obrera y los explotados que se han insurrecionado para conquistar el pan, el trabajo y la independencia nacional en Siria.
El imperialismo, mediante su gendarme Israel encabeza hoy un terrible ataque contrarrevolucionario contra las masas palestinas, sirias, y de todo el Norte de África y Medio Oriente. La burguesía imperialista desarrolla este ataque luego de haber legitimado al carnicero sanguinario, y antiobrero de Obama en la presidencia de Estados Unidos, con la complicidad de todas las burguesías latinoamericanas, partiendo por Chávez, que llamó a votar por él en las pasadas elecciones presidenciales. El mismo Chávez que, en nombre del socialismo y la “Revolución Bolivariana”, al mismo tiempo que defiende a muerte la carnicería de Al Assad en Siria, le enviaba condolencias a los piratas yanquis luego que las masas explotadas libias ajusticiaron a su embajador en Bengasi, hace pocos meses. Ahora, con Obama asegurado cuatro años más administrando los negocios del conjunto de la burguesía norteamericana, el imperialismo sale a cobrarse la muerte de su embajador, e intentar aplastar la cadena revolucionaria del Norte de África y Medio Oriente que, desde las calles de Libia, Egipto, Túnez, Siria, etc., amenazaba con empujar al heroico proletariado palestino a entrar en escena. Justamente el imperialismo y su perro guardián de Israel intentan aplastar a la vanguardia revolucionaria antiimperialista de las masas explotadas del Magreb y Medio Oriente. Es que el combate de Palestina no llegará al triunfo si no es destruyendo y enterrando en la historia al estado de Israel, recuperando la Palestina histórica, con su capital Jerusalén.

Declaramos que sólo reconocemos a Palestina como nación. Defendemos incondicionalmente su derecho a defenderse contra la ocupación imperialista impuesta desde 1948 cuando la ONU, con el apoyo abierto del stalinismo, fundó, sobre la base de la masacre y el genocidio, el estado de Israel. Creemos firmemente que la liberación de las masas palestinas no vendrá de la mano de los partidos burgueses como Hamas o Al Fatah, que han demostrado total sumisión a sus amos imperialistas y se han convertido en verdaderos carceleros de las masas palestinas. Sólo la clase obrera, uniendo sus filas con las de las masas revolucionarias de Libia, Egipto, Siria, etc., y de todo el mundo, podrá derrotar la ocupación imperialista, destruir al estado fascista de Israel, y lograr la liberación definitiva de Palestina.

Declaramos que el combate de las masas sirias y las masas de Palestina es el mismo combate contra las burguesías nacionales y el imperialismo saqueador y expoliador de los pueblos. Es el mismo combate de Egipto, Libia, Túnez, etc. Es el mismo combate de toda la clase obrera mundial.
Declaramos que este ataque contra las masas palestinas es parte del ataque que toda la burguesía mundial ha largado contra la clase obrera y los explotados del planeta para salir de la crisis económica que sacude al mundo entero.
Condenamos enérgicamente a todos quienes, en supuesta “solidaridad” con el pueblo palestino, sostienen la política imperialista de que convivan en “paz” dos estados, uno israelí y otro palestino. Mientras exista el estado israelí, las masas palestinas no podrán liberarse. La existencia del estado de Israel significa, en sí mismo, opresión, tortura, genocidio, violaciones, bombardeos, hambre y miseria para Palestina.
El actual ataque contra Palestina ha definido dos trincheras, nuevamente, en la lucha de clases mundial. O se está del lado de las masas palestinas luchando por la destrucción de Israel, o se está por el plan de Obama y demás piratas imperialistas de “dos estados”, uno armado hasta los dientes con uno de los ejércitos más poderosos del planeta, Israel, y otro sometiendo a las masas hambrientas a vivir en verdaderos campos de concentración.

Llamamos a la clase obrera mundial y todas sus organizaciones a organizar ya mismo marchas a las embajadas de Israel y Estados Unidos, a realizar todo tipo de acciones en solidaridad con el pueblo palestino, poniendo en práctica la solidaridad internacional de la clase obrera, y repudiar todo intento de confundir a los explotados con el discurso de que las masas que combaten en Siria son “agentes del imperialismo”, discurso que busca dividir a los explotados, para someterlos en cada país a su propia burguesía, ya sea a Al Assad en Siria, o a las burguesías de Hamas y Al Fatah en Palestina, todos lacayos del imperialismo.

¡Hay que parar la matanza del perro guardián del imperialismo yanqui, Israel, contra las masas palestinas!
¡Hay que destruir al estado sionista de Israel, para liberar a Palestina, con su capital Jerusalén!
¡Una sola clase, una sola lucha en Siria, Palestina, Egipto, Libia y toda la región! ¡Una sola clase, una sola lucha en todo el mundo contra el imperialismo!

Comité por Siria de Chile, integrante del Comité Internacional en Apoyo a las Masas Sirias
Adhiere Partido Obrero Internacionalista-Cuarta Internacional, integrante de la FLTI

viernes, 16 de noviembre de 2012

SIRIA:¡PAREMOS EL GENOCIDIO DE AL-ASSAD,

Bajo las órdenes de Obama y con las cañoneras de Turquía y el sionismo:

El CNS, la “Coalición Nacional”, los generales del ELS, la Liga Árabe, los patrones y grandes comerciantes de las provincias que no pusieron un solo muerto, no tiraron un solo tiro y que durante décadas compartieron negocios con Al-Assad…

MEDIANTE UN VERDADERO PACTO CONTRARREVOLUCIONARIO CON AL-ASSAD QUIEREN IMPONER LA “PAZ” DE LOS CEMENTERIOS

√ Para expropiar la revolución y sostener al estado sionista fascista de Israel,
√ Para escarmentar a las masas revolucionarias de todo el Norte de África y Medio Oriente.
√ Para recomponer el poder de los explotadores en Siria

Los que luchamos, los que dejamos en el campo de batalla a cientos de miles de mártires, los que perdimos a nuestros hijos, padres y hermanos en el combate contra el ejército de Al-Assad….

¡No debemos reconocer ningún acuerdo, pacto, ni gobierno de los explotadores!

¡Todo el poder a los Comités de Coordinación Locales y los Comités de soldados rasos!
para aplastar a Al-Assad y sus sirvientes, expropiar a la burguesía y el imperialismo y conquistar el pan, el trabajo y la independencia nacional


¡Por la destrucción del estado sionista-fascistas de Israel!
¡Fuera Turquía y las tropas de la OTAN!

¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas del Norte de África y Medio Oriente!


El genocidio de Al-Assad contra las masas sirias; más el desvío parlamentario e intento de desarme de las milicias en la revolución de Libia; la fraudulenta “Asamblea Nacional” en el Túnez revolucionario; y las reformas cosméticas, luego de la caída de Mubarak, sobre el régimen cívico-militar en Egipto por parte de la casta de oficiales del ejército y los Hermanos Musulmanes: son distintos eslabones de una misma contraofensiva imperialista en toda la región para llevar los procesos revolucionarios a una fase defensiva. Así, los piratas imperialistas, encabezados por Obama y la Merkel, junto a las burguesías nativas cipayas, pretenden avanzar en recomponer los regímenes y gobiernos que han quedado maltrechos por la ofensiva de masas, luego de casi dos años de luchas y combates revolucionarios en el Magreb y Medio Oriente.

El imperialismo sabe que debe acelerar sus pasos para definir a su favor la cuestión siria, antes que las masas palestinas y de todo el Norte de África y Medio Oriente vuelvan a sublevarse por “el pan, el trabajo, la libertad y la dignidad nacional”. Ninguna de estas demandas, que empujaron a las masas al combate, han sido satisfechas por estos regímenes y gobiernos pro-imperialistas que surgieron para expropiar la lucha revolucionaria de los explotados.

Esta cadena de revoluciones que estalló en el Norte de África y Medio Oriente, como una misma, única e indisoluble revolución, tiene desde hace un año su punto más álgido en Siria. Allí, todos los planes contrarrevolucionarios se reducen a que se desarmen y se disloquen los Comités de Coordinación Locales y los Comités de soldados rasos, que fueron los verdaderos organismos de doble poder de las masas en lucha que surgieron en las insurrecciones por ciudad. Este es el fin que tuvieron y tienen los incesantes bombardeos, las matanzas generalizadas, los asesinatos contra los combatientes, jóvenes, ancianos y niños, los más de 300.000 mártires caídos y otro tanto que resultaron brutalmente heridos, la destrucción y devastación de barrios y ciudades enteras; la falta de alimento, agua, electricidad, refugio, hospitales, medicamente, que obligaron millones y millones de explotados a desplazarse de una región a otra del país y también a exiliarse en campos de refugiados, para poder sobrevivir en medio de este terrible infierno que impusieron Al-Assad y el imperialismo en Siria.

Al-Assad hizo y hace el “trabajo sucio” a cuenta de todas las potencias imperialistas de masacrar al pueblo sirio, dejando tierra arrasada. Mientras tanto, el Ejército Libre Sirio le plantea a los combatientes de la resistencia: “o se integran al ELS cobrando un sueldo, o se van a sus casas”, para disolver los organismos de las masas en lucha e intentar cooptar a un sector de las milicias que pelean contra el ejército genocida. Al mismo tiempo, las fracciones islámicas “ultra-izquierdistas” mandan a grupos dispersos –provenientes de la multitudinaria vanguardia de las masas combativas- a realizar acciones militares impotentes y aisladas, donde terminan siendo masacrados los elementos más valientes de la revolución. Así actúan en Siria los distintos agentes del imperialismo.

Sin embargo, el imperialismo debe impedir que Al-Assad y el resto de sus agentes se pasen de la relación de fuerzas conquistada a su favor. Es que el estado mayor de la contrarrevolución opina que ya hay suficientes derrotas sobre las masas sirias como para impedir una “nueva Libia”, es decir, que las masas armadas impongan un doble poder nacional y le corten la cabeza a Al-Assad, como le sucedió a Khadafy en Libia. Pero a su vez, el imperialismo sabe bien que estas derrotas no son suficiente como para que Al-Assad, odiado y enfrentado por el conjunto de los explotados de Siria y de toda la región, siga masacrando a mansalva o permaneciendo en el poder, a riesgo de que se prolongue el proceso de guerra civil abierto o que se desarrollen nuevos embates revolucionarios de las masas en toda la región.

La situación en la región continúa siendo inestable. La poderosa revolución del Norte de África y Medio Oriente dejó endeble todas las instituciones y herramientas de dominio de la burguesía. Las pandillas imperialistas no olvidan ni por un instante que una burla a las costumbres, enseñanzas y cultura de las masas árabes, hizo estallar la furia de millones de explotados que hicieron arder las embajadas de los yanquis, ingleses, alemanes, etcétera, en decenas de países en la región. No olvidan que en Bengasi (Libia) cayó muerto el embajador yanqui y varios agentes de la CIA que estaban en el mismo “consulado” norteamericano donde funcionaba la base de los servicios secretos yanquis; hechos que le costaron el cargo al director de la CIA, el asesino militar James Petreaus.


Un “pacto” para expropiar la revolución
¡Los explotados no deben reconocer ningún acuerdo y negociación de la “Coalición Nacional”, de los políticos y militares provenientes del régimen de Al-Assad que vienen a recomponer el poder de la burguesía y el imperialismo!

El plan de Obama y demás jefes de las potencias dominantes es que se geste un pacto de “unidad-nacional” donde se fusionen los generales “democráticos” del ELS con los generales bonapartistas del actual ejército de Al-Assad que rápidamente se vestirán de “democráticos” a la hora de defender los negocios de la burguesía y el imperialismo. Para ello han puesto en pie la llamada “Coalición Nacional” que unifica a la “oposición” de antiguos políticos del régimen de Al-Assad, de militares “pasados de bando” a último momento, de patrones “exiliados” y de grandes comerciantes que no pusieron un solo muerto, ni dispararon un solo tiro. Esta “Coalición Nacional”, bendecida por los bandidos de la Liga Árabe, busca subsumir y liquidar los Comités de Coordinación Locales y demás organismos de autodeterminación, armamento y democracia directa de las masas en lucha. Así conspiran para expropiar la revolución y reconstituir al régimen maltrecho.

Este plan, puede o no incluir a Al-Assad. Para sostenerse en el poder y no quedar por fuera de las negociaciones (y del reparto de botín), Al-Assad hace fuego de artificio con sus tropas en la frontera con Turquía y “ataca” en el Líbano. A la vez que intenta sellar pactos “de paz” ciudad por ciudad con las distintas fracciones burguesas, quienes buscan posar frente a los ojos de las masas como las que “garantizaron” que cesen los ataques y bombardeos del ejército sirio.

En Siria entonces lo que está actuando es un verdadero pacto contrarrevolucionario para expropiar la revolución, sostener al estado sionista fascista de Israel, escarmentar a las masas revolucionarias de todo el Norte de África y Medio Oriente, y así recomponer el poder de los explotadores en Siria. Es un pacto para imponer la “paz de los cementerios”, basado en el brutal genocidio de Al-Assad, a cuenta del imperialismo y la burguesía en la región, contra la clase obrera y las masas sirias.

Esta pérfida política contrarrevolucionaria es comandada por el imperialismo yanqui. Hoy, luego del resultado de las elecciones presidenciales en EE.UU. que dieron como ganador al carnicero Obama, se ha relegitimado el gobierno yanqui y el maldito régimen de los “Republicratas” (de ese partido único que son los Republicanos y los Demócratas, todos representantes de los piratas de Wall Street).
Esto le permite a EE.UU. junto a sus agentes de la burguesía de Turquía, militarizar toda la frontera con Siria con el ejército y la artillería de la OTAN (el imperialismo yanqui aún no puede actuar con sus tropas militares de forma directa en los procesos revolucionarios de la región, porque esto desataría nuevamente la furia revolucionaria de las masas).
Parte de esto mismo, es que ni bien se contaron los últimos votos de las elecciones en los Estados Unidos, el estado sionista fascista de Israel, con la venia yanqui, lanzó un misil a Siria para disciplinar a Al-Assad y sentarlo a negociar. Mientras, por otro lado, este enclave militar del imperialismo en la región disparó varios bombazos contra las masas palestinas en la franja de Gaza, por los cuales cayeron asesinados diez palestinos.
Con todo esto buscan ponerle un límite al asesino Al-Assad y obligarlo a aceptar la salida pactada que comandan los piratas yanquis.

En Siria y toda la región estamos ante la reedición de la “Operación Plomo Fundido” que el imperialismo yanqui desataba en el 2008 -primero de la mano de Bush y que luego continuaba Obama que venía de ganar las elecciones-, con el estado sionista fascista de Israel bombardeando a mansalva a las masas palestinas de Gaza.
La actual “Operación Plomo Fundido” combina la política de genocidio, masacre y tierra arrasada en Siria de la mano de Al-Assad, con esos pactos contrarrevolucionarios que se desarrollan en el Norte de África y Medio Oriente para imponer la “paz de los cementerios”, que incluyen las enormes puñaladas por la espalda perpetradas desde adentro contra la resistencia siria.
Parte central de este plan contrarrevolucionario, en América Latina es el rol jugado por Chávez, Castro y demás gobiernos “bolivarianos” que también han sellado pactos con el imperialismo yanqui al servicio de estabilizar su “patio trasero”. Los “bolivarianos” antiobreros y cipayos del imperialismo, son los encargados de entregar a la resistencia colombiana y de terminar de consumar la entrega de las conquistas de la revolución cubana con la restauración del capitalismo en la isla. Son los que sostienen y apoyan al chacal Al-Assad, al igual que ayer lo hicieron con el perro Khadafy de Libia, mientras vienen de jugar todo su rol para volver a someter al proletariado chicano, negro, latino y demás obreros inmigrantes en EE.UU. al carnicero Obama, con el canalla de Chávez haciendo campaña a favor de Obama y llamándolo a votar abiertamente. Esto luego de que todos los “bolivarianos” le enviaron sus “condolencias” ante el ajusticiamiento del embajador yanqui a manos de las milicias revolucionarias de Libia.


Un anillo contrarrevolucionario para derrotar la revolución y poner de rodillas a la verdadera nación siria: la de clase obrera y los explotados

Para imponer este plan contrarrevolucionario, el imperialismo yanqui, junto a sus gendarmes en la región como Turquía y el estado de Israel, está aprovechando al máximo las condiciones creadas por la brutal masacre contra las masas revolucionarias de Siria. Y esto es así porque el hecho de que las masas sirias sean masacradas con un verdadero genocidio, no es un triunfo solamente para Al-Assad y la burguesía siria, sino para todo el imperialismo y la burguesía a nivel mundial. En Siria lo que está actuando no es ningún “ejército nacional”, sino tropas de ocupación a cuenta del imperialismo y el sionismo, que son armadas hasta los dientes por los carniceros de Putin y Hu Jintao de Rusia y China.
Este ejército no sólo está aplastando a las masas revolucionarias, sino que en su calidad de “tropas de ocupación del imperialismo”, a su vez están imponiendo una derrota de la nación oprimida siria. Esto significa que si logran imponer sus planes contra la clase obrera y los explotados, a no dudarlo que el imperialismo atará con doble y triples cadenas a la nación oprimida para redoblar aún más su saqueo y expoliación de Siria.
Sólo la clase obrera es la que puede enfrentar y derrotar, con sus organizaciones de lucha, los planes contrarrevolucionarios del imperialismo en Siria y toda la región. Es que el proletariado es la única clase verdaderamente nacional, porque no tiene ningún interés que la ate al imperialismo, como sí los tienen los Al-Assad y todos los burgueses nativos que están en la “oposición”.

Los actuales acontecimientos demuestran de forma cruda y descarnada que la burguesía siria, aún la más “opositora”, y sus “monjes musulmanes” de las mezquitas donde se refugiaban las masas para organizar su lucha, jamás quisieron que los explotados se armen y se autoorganicen. Sólo querían utilizar a las masas y a la “democracia” para discutir un reparto de los negocios.
Por eso la burguesía “opositora”, que no tiró un solo tiro y es tan agente del imperialismo como Bashar, hoy negocia acuerdos de “paz de los cementerios” ciudad por ciudad con el asesino Al-Assad.

Es lo mismo que antes hiciera el Partido Comunista kurdo que, junto a la burguesía de 5 provincias sirias de ese origen, firmó “pactos de paz” con Al-Assad para desarticular y descuartizar las filas de la resistencia y poner hoy a las masas a la defensiva. Así fue cómo el estalinismo traicionó abiertamente la contraofensiva que protagonizaron las masas en julio-agosto, que llegó hasta las puertas mismas de Damasco, y le dejó las manos libres a Al-Assad para que siga masacrando a cuenta del imperialismo.
El estalinismo pactando con Al-Assad, tirándole por la espalda a los explotados al igual que el ELS y apoyando a Hezbollah del Líbano, fue el que garantizó el verdadero cerco a las masas sirias y actuó como quinta-columna contra los explotados. Todo esto, legitimado y sostenido por los renegados del trotskismo, que se dedican a calumniar a las masas revolucionarias acusándolas de ser “agentes del imperialismo”, o bien, apoyan abiertamente a los sinvergüenzas del ELS y esos generales ex-assadistas que jamás estuvieron en el frente de batalla contra las tropas de ocupación que comanda el chacal Al-Assad.
Sin este anillo contrarrevolucionario, el imperialismo no podría ni siquiera sentarse a negociar un “plan de paz” inmediato.


El imperialismo saca lecciones de la revolución en Libia
para impedir que en Siria Al-Assad caiga derrotado por las masas

Para la burguesía y el imperialismo es decisivo que Siria no sea una “nueva Libia”, es decir que no ruede la cabeza de Al-Assad como ayer sucedió con la de Khadafy. Por ello debía ser el mismísimo Al-Assad con sus tropas contrarrevolucionarias, quien aplaste a las masas antes de que éstas puedan armarse y conquisten un doble poder nacional como sucedió en Libia.
En Siria se aplicó una política de genocidio; con la burguesía desplegando un claro instinto de clase. Lo que hubo, en ese país, fue una “korniloveada”, es decir golpes contrarrevolucionarios para frenar la cadena de revoluciones que comenzara en Túnez y para que no ardiera Jerusalén.
Justamente, por esa vía debían impedir el escenario de Libia, donde las insurrecciones por ciudad triunfaron como insurrecciones locales -como sucedió en Bengasi, Misarrata, Brega y el oeste-, dejando arrinconado el poder de Khadafy en Trípoli (donde el imperialismo organizó una brutal masacre para que no caiga el dictador). Así, en Libia, quedó desarticulado el aparato del estado nacional, es decir, la banda de hombres armados del capital, y también el régimen khadafista. Surgió un doble poder de las masas, no solamente armado, sino también controlando territorio.

En Siria, para evitar que esto pase, la aviación y los helicópteros de Al-Assad bombardearon a mansalva las ciudades para liquidar de cuajo toda posibilidad de que triunfen las insurrecciones locales de los explotados. Al mismo tiempo que se perpetraba la política de masacre, destrucción masiva y tierra arrasada, estas insurrecciones locales eran contenidas por las charlatanerías de “paz” de los religiosos de las mezquitas, que le ataban las manos a las masas para que no se armen. Mientras, los renegados del marxismo hablaban de “luchas por la democracia” y apoyaban a Al-Assad para que su régimen se “auto-reforme”.

Hoy queda un millón de veces más claro que la clave de la intervención de la OTAN en Libia en el 2011 fue para impedir que Trípoli caiga a manos de las insurrecciones victoriosas de las masas que tenían acorralado al régimen y para que Khadafy pacte antes que ruede su cabeza. Solo por ello la OTAN, que no se cansó de bombardear Brega y Misarrata para que las masas no avancen hacia Trípoli, les mandó a Khadafy y a sus generales un par de “correctivos” para que acepten negociar un pacto de “unidad nacional” con el CNT, antes de que las masas armadas se apoderen de toda Libia y surja un doble poder nacional; como el que finalmente se terminó imponiendo y que hasta el día de hoy no pueden desarmar.

Si este “pacto” entre la OTAN, Khadafy y el CNT (hoy CNL) no pudo aplicarse fue porque lo rompieron las masas revolucionarias, que avanzando con insurrecciones por ciudad, desde el oeste y desde Misarrata llegaron a Trípoli e hicieron volar por los aires dicho pacto. Luego de esto, las milicias de la clase obrera y los explotados arrinconaron a Khadafy y lo ajusticiaron en la ciudad de Sirte.

Para que esto no suceda en Siria, el imperialismo sostuvo y armó, vía Putin y Hu Jintao, a Al-Assad para que masacre a los explotados y luego imponerle a éste una salida negociada sobre la base del aplastamiento de las masas, con el objetivo de evitar que se desarrolle una crisis revolucionaria y que las masas impongan un doble poder armado.
El imperialismo se llevó un gran aprendizaje de Libia. Por el contrario, la clase obrera no pudo hacerlo. Las direcciones traidoras se lo impidieron. Ahí reside el problema de la clase obrera y su crisis de dirección revolucionaria, que no es otra cosa que la sobreabundancia de direcciones traidoras.


La revolución siria desnuda la política servil de la izquierda reformista mundial

Variadas corrientes políticas de la izquierda reformista esperaban el ataque de la OTAN en Siria para así “demostrar” que las masas insurrectas que estaban siendo masacradas, eran “agentes del imperialismo”. Ahora, mientras las masas continúan regando con su sangre a la Siria masacrada por las tropas de Al-Assad… guardan silencio. ¡Son unos cínicos!
El actual genocidio en Siria ha desenmascarado la calumnia y la infamia del “club de amigos” de Al-Assad y de sus lacayos, los renegados del trotskismo. Toda la izquierda sirviente de Al-Assad y de Obama esperaba una intervención de la OTAN en Siria. Pero la vida no resultó ser tal como sus engaños y sus mentiras. La realidad demostró que fue Al-Assad quien hizo el “trabajo sucio” a cuenta de la OTAN y las potencias imperialistas, de masacrar a los explotados sublevados para que éstos no se hicieran del poder sobre el cadáver mal oliente de la burguesía (en todas su variantes religiosas y comerciales).

Como está a la vista, la OTAN, a pesar de los ríos y océanos de tinta desplegados por los revisores del marxismo revolucionario, no les hizo caso a los “teóricos” de la izquierda reformista mundial. Antes de que en Siria triunfen “Misarrata” y “Bengasi” como insurrecciones locales, esta vez en Homs, Deraa, Aleppo, Hama y otras ciudades, armó hasta los dientes a Al-Assad, a través de Rusia y China, para que imponga el genocidio y el plan, a la Gengis Khan, de tierra arrasada. Lacayos como Chávez, Castro, Putin y Hu Jintao se dedicaron a sostener las “bayonetas” de Al-Assad.

Al-Assad y el imperialismo tuvieron las manos libres para aplicar esta política, pues la izquierda reformista mundial se lo permitió. Desde una de sus veredas, el ala más pro-socialdemócrata les decía a las masas que venía una “primavera de los pueblos”, “revoluciones democráticas” y “luchas por la libertad”, por lo cual había que someterse a las burguesía opositoras. Y desde la otra, el ala filo estalinista acusaba a las masas de que “son tropas terrestres de la OTAN” y “agentes del imperialismo”.
Así eran engañados los explotados de todo el mundo, y cercadas las masas sirias, para que frente a semejante genocidio no sean los batallones más concentrados del movimiento obrero de las potencias dominantes –EE.UU., Japón y Europa- quienes acudan en su ayuda.

La historia hablará de esta tragedia, de esta traición y de estas puñaladas por la espalda a la clase obrera, como aún hoy jóvenes generaciones del proletariado se enteran de la traición y de las puñaladas por la espalda que recibió la heroica clase obrera que peleó en la Guerra Civil española en los años ‘30.

La tragedia del proletariado es la crisis de su dirección. Es por ello que la clase obrera aún no ha podido sacar lecciones de los combates que dio, ni del rol pérfido de sus enemigos y de los traidores que anidan en su interior y a nivel internacional.
Las expropiaciones de los procesos revolucionarios de Marruecos a Palestina y los desvíos parlamentarios, fueron posibles porque toda la izquierda mundial llamó a las masas a festejar su “primavera” con las flores de los Parlamentos y con los pétalos de los votos en las Constituyentes truchas y amañadas de los explotadores.

Pero a diferencia con la Guerra Civil española, la revolución en Siria aún no está definida. Es que aquí la “península ibérica” va de Marruecos a Palestina, y se definirá en las calles de las capitales de los países imperialistas.
El rol de los revolucionarios en esos combates es limpiarle el camino a los explotados, marcándole quiénes son sus amigos y quiénes sus enemigos, para que puedan pelear.


Para frenar el genocidio y conseguir el pan, el trabajo, la libertad y la independencia nacional…

¡Hay que aplastar a Al-Assad y sus tropas de ocupación!
¡Hay que desconocer todos los pactos entre Obama, los generales de Al-Assad, el ELS, el CNS y la “Coalición Nacional” de los burgueses “opositores”!
¡Hay que impedir que se disuelvan los Comités de Coordinación Locales y los Comités de soldados rasos, en cada fábrica, barrio y  establecimiento! ¡Hay que centralizar en ellos a las milicias obreras y populares! ¡Hay que expropiar a los expropiadores y poner toda la producción bajo control obrero!
¡Hay que desconocer al alto mando del ELS!
¡Todo el poder a los Comités de Coordinación Locales y los Comités de soldados rasos!

Pero como dice el dicho, hay que “ponerle el cascabel al gato”. Nada está dicho aún. Las demandas por la cuales murieron centenares de miles de explotados no fueron conseguidas. Cada vez más pesan el aumento del hambre, la miseria, la desocupación y la opresión imperialista.
A fines del 2010 y principios del 2011, la revolución comenzó cuando se inmoló un joven en Túnez. Pero a más de un año y medio de iniciado este proceso, en el 2012, las masas, que dos meses atrás protagonizaban una nueva sublevación porque los piratas imperialistas se reían de sus costumbres y cultura, le incineraron a un embajador, a varios agentes de la CIA y a decenas de edificios diplomáticos. Las masas de Libia se niegan a desarmarse. Las masas en Túnez siguen luchando contra el gobierno expropiador de la revolución y su “Asamblea Nacional” fraudulenta. En Jordania, los explotados palestinos y jordanos vuelvan a ganar las calles contra esa monarquía sanguinaria del rey Hussein.

Estos ramalazos y destellos si se desarrollan engendrarán un segundo embate revolucionario de las masas en toda la región; el cual para avanzar deberá fijar con mayor claridad a su enemigo: el imperialismo que siempre estuvo atrás de los sables de los generales y de los gobiernos contrarrevolucionarios de la región, y hoy está detrás de los gobiernos expropiadores de la revolución, de sus Parlamentos fantoches, de sus elecciones fraudulentas…

Para frenar el genocidio, hoy más que nunca hay que impedir que se disuelvan los Comités de Coordinación Locales y ponerlos en pie en cada barrio, fábrica, colegio o facultad, y centralizarlos por ciudad, región y a nivel nacional.
¡Abajo Al-Assad! ¡Hay que impedir que la “reconstrucción” de Siria venga de la mano del imperialismo, los burgueses, el asesino Al-Assad y los que pactaron con ellos! ¡No permitamos el ingreso de las tropas de Al-Assad a ninguna ciudad! ¡Hay que poner la producción bajo control de los trabajadores y desde allí levantar la consigna de que para ganar la guerra civil, hay que expropiar a los expropiadores del pueblo, ROMPER CON LA BURGUESÍA COLABORACIONISTA, desconocer a los oficiales del ELS y reconstituir a las milicias que voten a sus jefes y se coordinen y centralicen! ¡El único poder que reconocemos es el de los Comités de Coordinación Locales y los Comités de soldados rasos que es el único que puede garantizar el pan, el trabajo y la independencia nacional expropiando a toda la burguesía y el imperialismo!

Muchos obreros y explotados en la guerra sólo ven la posibilidad de luchar contra Al-Assad poniéndose bajo las órdenes del ELS, porque éste les da tecnología y armas. De esta forma el ELS intenta cooptar a sectores de la vanguardia que ansían armarse para enfrentarse con las tropas de Al-Assad. Pero el plan de la burguesía es que ELS sea un “ejército sirio” no tan libre, que junto a los generales de Al-Assad, operen bajo el mando de Obama y la marina yanqui del Mediterráneo. El problema que tiene la burguesía y el alto mando del imperialismo, es que podrán cooptar a un sector de los combatientes pero no podrán resolver la miseria espantosa, el odio y los sufrimientos de millones de explotados de Siria. En esas profundidades de los explotados debe centrarse toda la atención de los revolucionarios para ayudar a que las masas se organicen y vuelvan a rearmarse. Porque solamente encontraran solución a sus problemas, si los trabajadores y las masas toman los destinos de la nación en sus propias manos, es decir si toman el poder.


La lucha de los explotados en Siria triunfará como una única revolución en toda la región
¡Hay que preparar un nuevo embate revolucionario victorioso de las masas!

 ¡Por la destrucción del estado sionista-fascistas de Israel!
¡Por el triunfo de una sola y única revolución en todo el Norte de África y Medio Oriente por el pan y el trabajo, contra el imperialismo, los gobiernos, regímenes y estados capitalistas!
¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas del Norte de África y Medio oriente!

Las fuerzas para ello están en los cientos de miles de oprimidos que ganaron las calles y quemaron las embajadas yanquis, alemanas e inglesas en varios países de la región. El poderío de los explotados radica en la tenacidad y combatividad de las masas tunecinas; en las milicias de Libia que no quieren disolverse y en las energías que aún tienen las masas de Siria para resistir.

Para potenciar estos combates, hay que coordinar y centralizar las luchas de África y la rebelión de los obreros de Sudáfrica que ahora ha comenzado en Namibia. El programa de los obreros de Marikana de “12.500 rands para todos” y de “nos dan la plata o les matamos a los gerentes”, debe ser el programa de los obreros tunecinos para romper con la burocracia de la UGTT, y de los obreros de Libia para unirse con sus hermanos de Egipto y África que hacen los peores trabajos en Libia, y para que vuelva a sublevarse la clase obrera de ese país.

La lucha de las masas de Siria tendrá perspectiva de triunfo si la clase obrera de toda la región vuelve a irrumpir. No hay forma que los explotados triunfen país por país, justamente en esa división que imponen el imperialismo, la burguesía nativa y las direcciones traidoras reside la fuerza del enemigo para concretar su dominación sobre todos los explotados. ¡Una sola clase, una sola lucha, una misma revolución!

¡Hay que acabar con el saqueo imperialista, derribar al muro de Rafah, destruir al estado sionista-fascista de Israel y liberar a las masas palestinas! ¡Por una Palestina laica, democrática y no racista basada en la auto organización y armamento de las masas!
¡Hay que aplastar la V flota del ejército yanqui! ¡Hay que transformar a toda la región en la tumba de las tropas imperialistas! ¡Hay que derrotar al gobierno del protectorado yanqui en Irak! ¡Por el triunfo de la resistencia en Afganistán e Irak! ¡Por la derrota de todas las burguesías cipayas “panárabes”, “laicas” e “islámicas”, todas sirvientas del imperialismo, sostenedoras del estado sionista-fascista de Israel y masacradoras de sus propios pueblos! ¡Abajo el rey Hussein de Jordania! ¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas del Norte de África y Medio Oriente!

La clase obrera de las potencias dominantes, de Estados Unidos, Europa y Japón, debe decir presente y derrotar a las burocracias y direcciones reformistas que le atan las manos y la someten a los parásitos imperialistas. Ellos, los obreros de las principales metrópolis, son los que tienen la llave para que las revoluciones del Norte de África y Medio Oriente puedan triunfar. ¡El proletariado de EE.UU. y Europa debe ponerse de pie al grito de “¡el enemigo está en casa!” para boicotear la maquinaria de guerra imperialista! ¡La moción de las masas del Norte de África de que para que haya pan y trabajo hay que tirar a los gobiernos, regímenes y estados capitalistas debe triunfar en el corazón de la Europa Imperialista!

Estas son las tareas inmediatas que tiene el proletariado mundial para derrotar el ataque imperialista y para que las masas del Norte de África y Medio Oriente triunfen en su combate por el pan y la independencia nacional.


Las masas necesitan una dirección revolucionaria e internacionalista a su frente

El reformismo traiciona y desincroniza la lucha de los explotados, pero el proletariado no lo deja ni lo dejará vivir en paz, porque el que está en bancarrota, en crisis y en decadencia es el sistema capitalista mundial, sostenido hoy esencialmente por las direcciones traidoras que con su accionar, entregando a la derrota las luchas de la clase obrera, sólo preparan el camino hacia el fascismo y la guerra.

Los trotskistas fuimos los primeros en llegar y seremos los últimos en retirarnos del campo de batalla de la clase obrera del Norte de África, Medio Oriente y el mundo. Desde nuestras fuerzas, redoblaremos nuestra pelea para, como un punto de apoyo, ayudar a que se reagrupen los focos de radicalización y combate, allí donde el proletariado rompe el cerco del reformismo para luchar contra los explotadores. Se trata de construir una organización revolucionaria internacionalista que desde Marruecos hasta la Palestina martirizada funcione como un nervio sensible que cuando sea tocado en algunos de sus puntos vibre como un sistema perfecto en toda su extensión.

¡No hay tiempo que perder! Es urgente reagrupar a las organizaciones obreras revolucionarias para derrotar a las direcciones reformistas del proletariado a nivel mundial y avanzar en la refundación de la IV Internacional de 1938, la dirección que necesitan las masas del Norte de África y Medio Oriente para triunfar.

TÚNEZ: ¡Las luchas de la clase obrera y los explotados

13-10-12

Nuevas embestidas de los explotados contra el gobierno y el régimen patronal, expropiadores de la heroica revolución tunecina

Mientras la burocracia de la UGTT sostiene a la burguesía en el poder…
¡Las luchas de la clase obrera y los explotados
demuestran que la revolución está viva!

“Abajo el gobierno” y la “Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí

¡Hay que romper con la burguesía y echar a los traidores de las organizaciones de los trabajadores y de las masas en lucha!

¡Fuera la burocracia colaboracionista de la UGTT!
¡Huelga General Revolucionaria Ya!

¡Por un gran Congreso Obrero Nacional de delegados de los Comités de fábrica, los Comités de desocupados, los Comités de soldados rasos y los sindicatos combativos, en Sidi Bouzid!
¡Milicias obreras y populares, como nuestros hermanos de Libia y Siria, para aplastar a la casta de oficiales de la policía y del ejército!

¡Por un gobierno provisional revolucionario de las organizaciones obreras y de las masas en lucha, basado en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados!

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Al calor de la nueva oleada de combates antiimperialistas en toda la región, de la heroica lucha de los obreros de las minas Lonmin de Marikana en Sudáfrica y de la épica resistencia de masas en Siria, el proletariado revolucionario tunecino sigue peleando contra la patronal, su gobierno y estado.
Han pasado ya casi dos años del derrocamiento de la autocracia de Ben Alí. Casi dos años de luchas revolucionarias en todo Túnez contra los gobiernos que precedieron a la dictadura y vinieron por la expropiación de la revolución obrera y socialista que había comenzado. Casi dos años de aquella ¡CHISPA! que sublevo a las masas del Norte de África y Medio Oriente. Casi dos años de traiciones y puñaladas por la espalda de todas las direcciones traidoras a nivel nacional e internacional… y sin embargo la clase obrera y los explotados de Túnez continúan mostrándose como una fuente inagotable de energía y pasión revolucionaria.  


Las incansables masas revolucionarias irrumpen nuevamente en escena

Desde Sidi Bouzid, cuna de la revolución, las masas largaron los gritos de guerra y trazaron cuales son los nuevos objetivos a vencer: Abajo el gobierno del Enhada y la troika antiobrera y Disolución de la Asamblea Nacionalfraudulenta surgida de la trampa electoral.  Las ciudades de Sfax, Chihia, Kerkennah, Kasserine, Meknasi y Eddayer Sakiet se sumaron al combate con cortes de rutas, sentadas y huelgas generales. Obreros de las fábricas metalúrgicas y electrónicas, trabajadores estatales, obreros ferroviarios, trabajadores de las alimenticias, docentes y trabajadores de la salud, han salido al paro en más de una ocasión en los últimos 30 días. Los trabajadores y jóvenes desempleados no se han cansado de movilizarse y hacerle frente a la represión policial.

Este escenario de durísimas luchas está impulsado porque las demandas motoras de la revolución como “pan, trabajo y dignidad nacional” no han sido resueltas. Lejos de ello, el hambre, la inflación, la desocupación, los despidos, los cierres de fábricas, el sometimiento de Túnez a las potencias dominantes, la represión y el engaño de los políticos patronales que se enriquecieron con los años oscuros que reinaron el país con Ben Alí y el RDC, se ha visto agudizado cada vez más.
La trampa electoral de octubre del 2011 y la fraudulenta “Asamblea Nacional” vinieron a sacar a las masas de la lucha y a disolver sus organismos de auto organización y democracia directa. Por traición de las direcciones que la clase obrera tiene a su frente, la patronal pudo lograr este primer cometido.

Pero cuando creyeron tener todo bajo control, las masas irrumpieron en escena y volvieron a sembrar el “caos”, es decir el orden de los explotados. En lo que va del año, nuevos y superiores combates, como los descriptos renglones arriba, han aparecido en escena. En los últimos 10 días cayeron los gobiernos locales de Tatatouine y de Sidi Bouzid, derrotados ambos con huelgas generales, piquetes, movilizaciones de masas, combates en las calles contra la policía y ataque a la gobernación patronal. ¿Qué exigían? Lo que exige el 99% de los tunecinos: pan, trabajo, salario e independencia nacional. Ahora nuevos gobernadores han asumido con el discurso de que atenderán todas las solicitudes realizadas por los explotados. El pueblo no confía y ya ha anunciado que si no les dan lo que les pertenece, tanto “el gobierno de Masourki y Jebali, correrá la misma suerte que Ben Alí”. 

Al unisonó y como parte de estos mismos combates, en la isla de Djerba decenas de oprimidos se encontraban realizando un piquete con el fin de impedir que nuevamente el gobierno nacional abra un viejo basurero, para que nunca más nadie vuelva a morir contaminado por los residuos tóxicos y sus pestes. “¿Por qué no abren los basureros en los barrios de los ricos?” Se protestaba de manera pacífica. No obstante, cientos de policías enviados por el gobierno comenzaron una salvaje represión. El piquete resistió como pudo. Hubo muchos heridos y detenidos. El número de policías superaba ampliamente a los manifestantes. No se había terminado la jornada que miles de explotados salieron a la calle y se dirigieron al lugar de los hechos. La aparente tranquilidad se rompió de inmediato. Trabajadores y pobladores arremetieron contra los uniformados. El pueblo desataba su furia. Se hizo un poco de justicia de clase: más de 50 policías fueron enviados al hospital, 20 vehículos de las fuerzas represivas y varios de sus camiones fueron destruidos, al mismo tiempo que la comisaria local ardía en llamas. La revolución se hacía presente, para apaciguarla un poco trajeron a varios centenares de Policías Antidisturbios, quienes rociaron con gases y balas el espacio de la batalla. El basurero permanece cerrado, los explotados hicieron retroceder a los gobernantes.

Como todo lector podrá darse cuenta, la cantidad de luchas de los obreros y explotados tunecinos pone al orden del día la tarea imperiosa de centralizar el combate. Para ello es necesario coordinar a todos los organismos de autodefensa y democracia directa que las masas se dieron para la lucha política, como los comités de fábrica, los comités de trabajadores desocupados, los piquetes, los “comités de protección de la revolución” barriales que aún permanecen de pie. Rebalsan las fuerzas para crear el doble poder armado de las masas y conquistar los comités de soldados rasos, comenzando por reagrupar a aquellos obreros y campesinos bajo armas que se negaron a reprimir a la revolución. Sobra ímpetu para recuperar la revolución -que la burguesa intenta expropiar- y llevarla a la victoria con una insurrección triunfante que imponga el poder de la clase obrera y las masas oprimidas sobre las ruinas del régimen de los explotadores.


El problema de la “crisis de dirección revolucionaria del proletariado”
se pone al rojo vivo en la revolución tunecina

El freno para que este potencial revolucionario de las masas no se desarrolle en toda su dimensión, es la sobreabundancia de direcciones traidoras que reinan en el movimiento obrero. Sí esta es la esencia de toda explicación del por qué las masas no se hacen del poder cuando lo tienen al alcance de su mano, en Túnez el problema carece de toda abstracción y misticismo, es tan palpable como absolutamente real: se llama TRAICIÓN de la  burocracia de la UGTT con su llamado para el 16/10 a la jornada de “Diálogo Nacional”; y TRAICIÓN de las corrientes reformistas como los estalinistas y maoístas del PCOT (sostenido por los ex trotskistas del NPA de Francia) y su “Frente Popular” con la burguesía “progresista” y “democrática”.

En un artículo publicado en el diario Achourouk se indicó que “la UGTT se considera la parte más influyente que puede afectar directa e indirectamente el panorama político visto el poder de esta organización y la influencia que puede ejercer a través de sus estructuras y activistas”. Pero este “poder” que tiene la UGTT, la cual de 500.000 miembros que tenía antes de la revolución aumentó a los actuales 850.000 afiliados (una cifra importante si se tiene en cuenta que el país está compuesto por menos de 10 millones de habitantes), ha sido puesto al servicio de mantener a la burguesía en el poder. Los burócratas de la UGTT, monitoreados desde Washington por Obama, la Clinton y la AFL-CIO que acaba de entregarle en persona un premio al secretario general Abassi, actúan como verdaderos ministros sin cartera del régimen de la “Asamblea Nacional” fraudulenta. Ante la indomable clase obrera tunecina que se niega a ponerse de rodillas y todos los días sorprende protagonizando más enfrentamientos, esta burocracia de la UGTT hace hasta lo imposible para engañar a los trabajadores y que estos no impongan una huelga general revolucionaria, centralicen su combate y se pongan en posición de contraofensiva para dar un asalto político contra el poder de los explotadores.
En oposición a ello, para que los patrones sigan manteniendo el poder y manejando los resortes de su estado contra los explotados, la UGTT convoca este 16/10 a una jornada de “Dialogo Nacional” para que “todos los actores sociales puedan confluir” en paz y armonía.

¿A que se están refiriendo? A lo siguiente: Abassi, secretario general de la UGTT –cuyo comité ejecutivo, según el periódico francés Le Monde Diplomatique, está integrado por “la extrema izquierda”-, desde el mes de julio viene promulgando “la necesidad de unir los esfuerzos de los interlocutores sociales para encontrar soluciones radicales al problema de desempleo que, en particular, significa la revisión del modelo de desarrollo y mejora del rendimiento de las empresas económicas”.

La podrida burocracia de la UGTT, viene de realizar una conferencia común con políticos patronales y burgueses de todo tipo de la “Unión Tunecina de Industria, Comercio y Artesanía (UTICA)”, en dicho evento le dijo a los obreros que la solución a sus problemas vendría si se “fomentaban las condiciones de prosperidad en los negocios, en el marco del respeto mutuo y la democracia”. “Desde la Unión General de Trabajadores Tunecinos esperamos que juntos, bajo una misma bandera de la mayoría gubernamental, los partidos de la oposición, así como los distintos actores de la sociedad, podamos armar un calendario para encontrar una solución a una crisis en la situación de la seguridad y la parálisis económica del estado y del país”. ¡Los burócratas de la UGTT son ministros sin cartera del régimen de la “Asamblea Nacional” fraudulenta!

En esta posición reformista se puede ver toda la injerencia de “la extrema izquierda” en la UGTT. Su ala estalinista y maoísta, encarnada en el PCOT (hoy llamado solamente Partido Obrero Tunecino), es la encargada de darle continuidad a la pseudo teoría del “bloque de las cuatro clases: trabajadores, campesinos, pequeños burgueses, y los capitalistas de orden nacional” que lideraba Mao Tse-Tung. Por eso, junto a los ex trotskistas de la Liga de la Izquierda Obrera (dirigidos desde Francia por el NPA) y a una decena de partidos del ala izquierda de la burguesía, acaban de proclamar el 07/10 en Palacio de Congresos la recreación del “Frente Popular” amalgamando a estalinistas. Cuyo programa no es más que una variante radical de la democracia burguesa, el cual es enemigo de atacar las bases estructurales, sociales, políticas, económicas y militares del régimen capitalista tunecino. Y claro, como no podía ser de otra manera, la burguesía (aunque sea su ala más “radical”) jamás llamaría a las masas para que expropie a su clase.

Trotsky, en su trabajo sobre la Revolución Española de los años ´30 del siglo pasado, hablaba de la siguiente manera sobre esta “unión de fuerzas progresistas” con la cual los estalinistas traicionaron el combate del proletariado: “Los teóricos del Frente Popular no van más allá de la primera regla de la aritmética: la suma. La suma de comunistas, socialistas, anarquistas y liberales es mayor que cada uno de sus términos. Sin embargo la aritmética no basta; hacen falta cuando menos conocimientos de mecánica. La ley del paralelogramo de fuerzas se verifica incluso en la política. La resultante es, como se sabe, tanto más pequeña cuanto más divergentes sean las fuerzas entre sí. Cuando los aliados políticos tiran en direcciones opuestas, la resultante es cero. El bloque de las diferentes agrupaciones políticas de la clase obrera es absolutamente necesario para resolver las tareas comunes. En ciertas circunstancias históricas, un bloque de este tipo es capaz de arrastrar a las masas pequeñoburguesas oprimidas, cuyos intereses están próximos al proletariado, ya que la fuerza común de este bloque resulta mucho mayor que las resultantes de las fuerzas que lo constituyen.
Por el contrario, la alianza del proletariado con la burguesía, cuyos intereses, actualmente, en las cuestiones fundamentales, forman un ángulo de 180 grados, no puede, en términos generales, sino paralizar la fuerza reivindicativa del proletariado”.


 “¡No hicimos la revolución para seguir muriéndonos de hambre!”
¡Por un programa obrero de emergencia!

Las amplias masas no quieren seguir soportando tantos padecimientos. Ellas han hecho su experiencia a pasos acelerados con el régimen de la “Asamblea Nacional” fraudulenta y hoy enfrentan a esta trampa. Lo que en situaciones “normales” se tarda años en aprender, bajo el fragor revolucionario lleva días, sino horas o minutos, en comprenderse. En Túnez, la clase obrera a partir de su propia experiencia ha ido madurando y tonificando sus músculos.

Para conquistar el pan, el trabajo y la independencia nacional, el proletariado acaudillando a la mayoría explotada de la nación oprimida debe luchar por imponer un programa obrero de emergencia que de salida a la crisis y libere a esta semicolonia de las cadenas que la atan al imperialismo: ¡Hay que expropiar, sin pago y bajo control obrero, todas las fábricas, bienes, propiedades y bancos del imperialismo y la burguesía cipaya!
¡Por una banca estatal única que les condone las deudas y les de créditos baratos a los pequeños comerciantes arruinados! ¡Fuera el FMI! ¡Abajo todos los tratados políticos, económicos y militares que atan la nación oprimida al imperialismo! ¡Por la nacionalización del comercio exterior!

¡Aumento de salarios ya para todos los trabajadores! ¡Trabajo para todos! ¡Por un turno más en todas las fábricas y establecimientos, reduciendo la jornada laboral para que entren a producir todas las manos disponibles! ¡Por la expropiación de todos los terratenientes para devolverle la tierra a los campesinos pobres!
¡Libertad a todos los presos políticos! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos de los mártires de la clase obrera y los explotados!


¡Hay que imponer la ruptura de la UGTT y las organizaciones obreras con la burguesía!

No obstante, para hacer realidad sus sueños de pan, trabajo, libertad y dignidad nacional, derrotando a la burguesía, a su gobierno, a su régimen y a su estado y conquistando el poder en sus propias manos, los explotados tunecinos tienen una tarea preparatoria que cumplir: hay que expulsar a las burocracias y direcciones traidoras usurpadoras de la lucha revolucionaria de masas. ¡Fuera la burocracia colaboracionista de la UGTT! ¡Ruptura de todas las organizaciones obreras con toda sumisión a la burguesía y sus instituciones! ¡Huelga General Revolucionaria YA!

Hay que hacer sonar como propio el grito de los obreros de las minas de Sudáfrica de “12.500 Rands o matamos a los gerentes”. Esto deben votar todos los sindicatos, organizaciones obreras y de lucha de los trabajadores y explotados.

¡Por un gran Congreso Obrero Nacional de delegados de los Comités de fábrica, los Comités de desocupados, los Comités de soldados rasos y los sindicatos combativos, en Sidi Bouzid! ¡Milicias obreras y populares, como nuestros hermanos de Libia y Siria, para aplastar a la casta de oficiales de la policía y del ejército!


Como lo gritan en sus diarios combates, cientos de miles de explotados…
“¡el régimen debe caer!”

¡Abajo el gobierno de Marzouki, Jebali y la troika antiobrera y pro-imperialista! ¡Disolución de la “Asamblea Nacional” fraudulenta del imperialismo y los continuadores del régimen de Ben Alí!

¡Por un gobierno provisional revolucionario de las organizaciones obreras y de las masas en lucha, basado en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados! Este será el único gobierno capaz de resolver las tareas de garantizarle a los explotados el pan, el trabajo, el salario y la independencia nacional.


¡Por un programa internacional para unir a los obreros de Túnez con sus hermanos de clase de toda la región!

Que los obreros y explotados tunecinos conquisten el poder e impongan su República Obrera y Socialista -un millón de veces más democrática que la más democrática de las repúblicas burguesas-, será la mejor ayuda para las masas de todo el Norte de África y Medio Oriente. Sin embargo la clase obrera necesita conquistar un programa que unifique internacionalmente su combate. Es que ninguna de las demandas motoras de la revolución podrá conseguirse país por país, en su mayoría mono productores.
En Argelia está el gas para el funcionamiento de la industria y la tierra para sembrar el futuro alimento; en Túnez están los olivares, las aceiteras y una excelente mano de obra calificada que hoy se encuentra parada; en Libia está el oro negro llamado petróleo; en Egipto esta el batallón más concentrado de obreros de toda la región.
El imperialismo y sus bancos han estratificado su producción y el saqueo de materias primas en toda la región. De cada lugar se llevan lo que necesitan, destruyendo y hundiendo todo lo que no les sirva a sus intereses. Por ejemplo, ahí en Thala (Túnez) esta sin funcionar una de las más grandes cuencas de mármol de toda la región, la cual era la fuente de ingreso de 60.000 personas (en su mayoría obreros y pequeños comerciantes), porque los piratas imperialistas han decidido, según su conveniencia, no contar con este material. Por lo tanto un pueblo entero, no sin pelear y dar todo de sí para solucionar sus problemas y conquistar sus demandas de trabajo, libertad y dignidad nacional, se va hundiendo en la barbarie y la máxima humillación. 

Para fundir en el internacionalismo proletario a la vanguardia del Norte de África y Medio Oriente, y recuperar así la génesis histórica de lucha de la clase obrera, hay que impedir que las masas sirias sigan siendo masacradas. Una vanguardia de miles de trabajadores tunecinos, que ya pelearon en Libia contra Khadafy, hoy lo hacen en Siria contra Al Assad. Esa es la bandera que deben levantar bien alto las organizaciones obreras y de lucha de los explotados. ¡Desde Túnez hay que reconocer a las milicias de Siria que enfrentan a Al-Assad como ejército beligerante y garantizarle, junto al envío de brigadas obreras internacionales, el abastecimiento de armamento, dinero, medicamentos y alimentos para que se rearme la resistencia!
¡Si Al Assad derrota a la revolución en Siria, la burguesía tunecina retomará confianza en sus fuerzas para preparar una masacre contra los trabajadores de su país!
¡Una sola clase, una sola revolución en toda la región! ¡Por la destrucción del estado sionista-fascistas de Israel! ¡Por una Federación de Repúblicas Obreras y Socialistas en todo el Norte de África y Medio Oriente!

No pueden quedar por fuera de esta lucha las fuerzas principales de los trabajadores. La clase obrera norteamericana debe imponer su impronta. Irrumpir en ayuda inmediata de sus hermanos de clase que combaten en el Norte de África y Medio Oriente, es la primer tarea y obligación que tienen por delante los obreros norteamericanos que vienen sufriendo un ataque despiadado por parte de los carniceros imperialistas y del gobierno de Obama. Como decía Karl Marx: “un pueblo que oprime a otro, jamás podrá liberarse a sí mismo”.
Los obreros europeos, también tienen la llave para el triunfo de los explotados de las semicolonias. Ellos deben ponerse en pie de lucha ya mismo y romper con la política de los burócratas sindicales y las direcciones reformistas que llamaron a los gobiernos imperialistas a “rectificar” y a “menguar” el duro ataque que largaron contra la clase obrera. ¡Hay que llevar la revolución al interior de la bestia imperialista! ¡Allí se definirá el futuro de la clase obrera mundial!

Julián Juárez