viernes, 16 de marzo de 2012

La clase obrera se pone de pie y comienza a organizar sus comités de fábrica armados

11-03-2012
La experiencia viva de los Comités de Fábrica Poniendo en Marcha la producción después de derrotar a Khadafy

Luego de estar parada durante los meses de enfrentamiento contra las tropas qadafistas, la acería nacional de Libia, cuya planta está en la ciudad de Msrata, vuelve a ponerse en movimiento. Aún no está produciendo en su totalidad, pero se está alistando todo lo necesario. Los obreros concurren a la misma a trabajar en los hornos que están funcionando, y a establecer todo lo requerido para la producción, como reestablecer la electricidad, preparar los hornos, reparar daños, etc.
Es una fábrica grande, sobre todo teniendo en cuenta que la ciudad no tiene tantos habitantes. Funcionan tres hornos. En cada uno de ellos trabajan 107 obreros, en cuatro turnos rotativos.
Ante la reapertura de esta fábrica estatal, el gobierno actual del CNT nombró nuevas autoridades, que fueron recibidas por protestas de los obreros, obligando así a remover a algunas autoridades, que fueron reemplazadas por otras, elegidas mediante el voto de los trabajadores.

Por ahora, los salarios se mantienen en el mismo nivel de lo que cobraban en el 2010, esto es, un piso de 800 dinares libios y algunos llegan a cobrar hasta 1.300. Cabe destacar que hasta ese año, estos mismos trabajadores ganaban 300 dinares libios. Fue a partir de una brutal inflación (que aún continúa) que empezaron los primeros esbozos de protestas contra el régimen qadafistas, y que luego terminaran enfrentando al ejército con lo que tenían a mano (piedras, palos, etc.), hasta que le causaron las primeras derrotas, y lograron hacerse de sus armas para formar las milicias que finalmente derrocaron al dictador.


Pero al día de hoy la fábrica está parcialmente parada. Cuando empiece a producir en un 100%, los obreros esperan un aumento de salario. Inclusive ya se habían organizado en una Naqaba (sindicato) para, una vez que empiece la producción y todo el conjunto de los obreros vuelvan a trabajar, garantizar, mediante sus métodos de lucha, el aumento de su salario y las condiciones dignas de trabajo (como ropa de trabajo, seguridad contra incendios, etc.). Sus métodos no son solamente la huelga, ya que todos estos obreros fueron milicianos que combatieron contra Qadafy, cuyo saldo les ocasionó 54 mártires en el campo de batalla.
Curiosamente, la Naqaba existía ya en la época de Qadafy, pero no le tenían permitido tomar ninguna acción ni decisión, más que comunicar a los directivos como estaba el salario de los trabajadores, y dejar librada a la voluntad de los patrones la posibilidad de un aumento. Todo obrero que llegara siquiera a pensar en hacer una huelga o cualquier tipo de protesta, era penado inclusive con muerte.

Hoy en día, los obreros, que en su totalidad mantienen posesión de sus armas con las que derrotaron a Qadafy, se sienten confiados en que la fábrica recuperará e incrementara su nivel de producción, en que subirán los salarios, y que la sociedad se organizará en base a leyes favorables a los trabajadores. Y, de contrario, afirman que pondrán en pie su Naqaba para protestar, derecho obtenido tras la caída del dictador.
Otro de los organismos que han puesto en pie es el Tihad al-Thuwar, un comité de jefes y coordinadores de las milicias, encargado de conseguir empleo para todos los luchadores que pidan volver a trabajar.

Al ver a sus hermanos de clase de Siria, estos obreros expresan su total apoyo hacia ellos, y los llaman a seguir su ejemplo, enfrentando con lo que tengan a mano al ejército, hasta poder arrebatarle su armamento y derrotarlo. Están dispuestos a ayudarlos, en cuanto a envíos de pertrechos coordinados entre los trabajadores mismos sin depender de ningún gobierno (pues solo son trabas). Pero ven muy lejana la posibilidad de organizar milicias para combatir en territorio sirio contra el asesino Bashar al-Assad.
Por último, estos obreros hacen un llamado a todos los trabajadores del mundo que están explotados y oprimidos, igual o peor que ellos bajo Qadafy, a seguir su ejemplo y enfrentar a sus gobiernos y regímenes hasta derrocarlos, de la misma manera que lo han hecho ellos, buscando llegar a la mejor sociedad, el socialismo, pero no al estilo Qadafy, sino el verdadero socialismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario